Socialismo o Barbarie, periódico Nº 181, 22/07/10
 

 

 

 

 

 

La Plata: un debate con las posfeministas

Disidentes… ¿de la lucha?

Por Laura, La Plata
Agrupación Las Rojas

La pelea que dimos los días previos a la votación de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, abrió amplios debates al interior del movimiento de mujeres y LGTTBI. En La Plata, donde hay varias organizaciones ligadas al autonomismo (posfeministas) el debate fue, central y paradójicamente, si había que luchar o no por el derecho al matrimonio.

La discusión se clarificó en una reunión que estábamos todas las organizaciones con el objetivo de realizar una contramarcha el día 13, día en que la Iglesia preparaba su gran marcha naranja. A estos activistas les parecía que no había que pelear por el matrimonio porque “ellos no se querían casar”, ponían todo el eje en la separación de la Iglesia del Estado y nada más…Cualquiera podría creer que pecaban de izquierdistas, de que su objetivo es destruir la familia patriarcal, y formar uniones libres. Permítannos dudar, por lo que finalmente terminó ocurriendo.

En primer lugar, ésta era una pelea para empezar a hacer efectiva esta consigna, en momentos en que la Iglesia sacó todo su aparato opresor a las calles para defender la familia heteronormativa, monogámica y de maternidad compulsiva; era de primerísimo orden para todo aquél que se considera un luchador por los derechos de las mujeres y de las personas lgttbi, salir a enfrentarla. Las cosas son concretas, y la lucha contra la Iglesia se materializaba en luchar por el derecho al matrimonio. Un derecho democrático fundamental que da vergüenza que recién en el 2010 se haga efectivo, pero que en el marco de la influencia brutal que tiene la Iglesia en América latina, y en particular la necesidad, para el capitalismo, de que las mujeres seamos vacas paridoras de mano de obra barata para migrar al centro, esto significaba un duro golpe.

No por casualidad es el primer país en Latinoamérica. Y más en general, esta derrota a la Iglesia, nos deja mejor paradas para luchar por cualquiera de nuestros derechos, empezando por el derecho al aborto. Que dicho sea de paso, como dijo Trostky, es un triste derecho. Las socialistas feministas queremos una sociedad donde las mujeres podamos decidir sobre nuestros cuerpos y no lleguemos a la necesidad de tener que abortar, aunque sea en las mejores condiciones. Pero entendemos que en los marcos de esta sociedad la conquista por la educación sexual laica, la anticoncepción gratuita y el aborto libre legal y seguro es un paso para luchar por una sociedad libre de opresión y explotación.

Sin embargo, con argumentos izquierdistas, estas compañeras le dieron la espalda a esta pelea, porque a partir de una disputa que hubo con nuestra agrupación Las Rojas por los espacios callejeros (entre otras cosas si tuviéramos la posición común de luchar por el derecho al matrimonio, podríamos haber pintado las paredes juntas) las compañeras se “ofendieron” y no sólo no querían la consigna “ por la ley de matrimonio”, sino que peor aún: se dedicaron a militar en contra de la marcha (poniendo una película a la misma hora en la Facultad de Humanidades) y a hacer una campaña de derecha contra Las Rojas.

Con esta actitud, está claro que su rol termina siendo funcional a la Iglesia. Esto parte de un debate más profundo, de su concepción de construir espacios paralelos sin enfrentar las instituciones que encarnan la opresión capitalista patriarcal, como claramente se vio en el Encuentro Nacional de Mujeres pasado, cuando se conformaron con un taller de aborto mientras la Iglesia nos robaba el Encuentro.

Desde Las Rojas nos parece muy importante que revean sus posiciones y saquen las conclusiones debidas, de cara a la próxima tarea que tenemos para seguir derrotando a la Iglesia, que es echarla de una vez por todas de nuestro Encuentro y por la conquista de nuestros derechos. Esperamos que esta vez no las encuentre ausentes.


La Plata se movilizó por el matrimonio gay

El PO cantó ausente

Como en todas las demás regionales, en La Plata desde Las Rojas y el Nuevo MAS pusimos todo por derrotar a la Iglesia y conseguir el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo, llenando una y otra vez el centro de la ciudad con nuestros afiches llamando a la movilización.

Pero lamentablemente una gran cantidad fue tapada por el Partido Obrero, que creyó mucho más importante una fiesta del Centro de Estudiantes que conduce que la lucha de las minorías sexuales por la igualdad de derechos. Esto no sólo porque el PO tiene la costumbre de tapar a los compañeros de la izquierda, sino también y sobre todo por su atraso político generalizado en materia de género, por el cual no hizo un solo cartel, ni en las calles ni en las facultades, por el triunfo de las minorías sexuales.

Claro, su agenda tenía asuntos mucho más urgentes: la fiesta del viernes. Repudiamos esta actitud sectaria del PO que poco puede ayudar al triunfo de las luchas.