Desde hace varios meses hemos venido presenciando luchas
que provienen de sectores masistas. La disputa es cada vez más
grande por un pedazo de las ganancias hidrocarburíferas...
ganancias que nunca llegan a la población empobrecida y
cansada de promesas y más promesas. Después de las
elecciones pasadas del mes de abril la situación política
cambió bastante en el país.
Esta última elección dejó
en claro que las cosas no estaban para andar “jugando”.
Pero al gobierno del MAS no le queda otra que seguir
arremetiendo contra la población explotada y oprimida
aunque esta acción vaya socavando las propias bases que lo
llevaron al poder... En toda esta última etapa se fue dando
una tónica similar: con la oligarquía del Oriente bastante
derrotada –sin poder de acción– después del desastre
de septiembre del 2008, la coyuntura se caracteriza más por
los enfrentamientos entre el gobierno reformista y el
movimiento popular.
En menos de seis meses se han dado
cuatro luchas sociales de importancia que se apartan de la tónica
que venía llevando el gobierno de aplacar los conflictos:
presionado por los mismos, intenta deslegitimarlos con la
sucia acusación de que cada lucha que sale desde abajo
contra el gobierno del MAS sería “producto de la derecha
que quiere voltear al gobierno”... Que esto es una redonda
mentira y explicar el por qué de estos conflictos populares
será el objetivo de este artículo.
La
primera huelga general bajo Morales y Linera
La primera gran protesta fue la del movimiento
obrero sindicalizado: de parte de los fabriles y el
magisterio. Esto venía sucediendo desde principios de año.
Desde esa época se movilizaron en marchas especialmente por
la ciudad de La Paz. Los temas de las protestas fueron la
Ley de Pensiones, la Ley Laboral y el aumento de salarios.
Estos fueron los puntos de reclamo.
Este conflicto fue
adquiriendo una dinámica crecientemente en contra de las
direcciones traidoras de la COB –y la Confederación del
magisterio– las que terminan traicionando a las bases
por la vía de un acuerdo con el gobierno que de ninguna
manera satisfizo realmente las reivindicaciones de la lucha.
El elemento más importante de esta primer
gran protesta del año es que se trató de la primera
huelga general que tienen que sufrir Morales y Linera.
No se trata de algo menor, sino de una señal de alerta: ¡es
la primera vez en cinco años que se da una oleada de luchas
obreras que desborda al gobierno masista! No sólo
que lo desbordó: las bases que lo propiciaban eran... un
sostén del propio gobierno. Si bien la pelea fue contra el
gobierno, también es un hecho que no se lo terminó tocando
directamente: las direcciones lograron imponer un poco el típico
teatro de que el problema no eran Morales y Linera sino...
“los ministros corruptos que están en el poder”.
Igualmente, se empezó a sentir el descontento hacia
Morales y su proyecto de cambio. Que en realidad –más allá
de reformas muy menores– se parece bastante a un más de
lo mismo pero con discurso “populista”. Igualmente no le
tembló la mano en salir a reprimir las marchas, o poner
presos a varios fabriles. Esto trajo el descontento de todo
este sector.
El magisterio y fabriles realizaron la marcha
después de la traición de la COB con miles y miles de
personas caminando por el altiplano. Si bien el magisterio
de La Paz es dirigido por el POR, la gente que se sumó a
esta marcha –tanto el magisterio de El Alto como el
magisterio rural– no eran dirigidos por esta organización.
O sea: las bases eran del MAS; bases pero hoy están
peleando en contra de las medidas neoliberales que está
imponiendo el gobierno. De alguna manera esta primera
lucha aún continúa: en los últimos días estos dos
sectores realizaron una marcha conjunta determinando
un avance en la organización. Además, el pedido de
aumentos salariales está presente: el mísero aumento del
5% (que hasta en algunas fábricas no se quiso aumentar)
determina continuar la lucha por mejores condiciones
laborales. Lo que queda en claro es que este gobierno,
después de “salir a despejar la cancha”, quiere volver
a los años anteriores donde los trabajadores no tenían
decisión.
Esto es lo que plantea el gobierno para seguir su
política de ajuste. Continuar dándoles palos, y que “el
proceso de cambio” pase por otro lado... Porque la verdad
es que frente a los reclamos populares su “respuesta” ha
sido ir contra los derechos de los trabajadores para que la
patronal siga obteniendo sus jugosas ganancias tal cual lo
plantea el proyecto del Código laboral.
Caranavi: un pueblo que se levantó para
pedir fuentes de trabajo... el gobierno le responde con
muertos
Como venimos viendo hace tiempo, varias de
las luchas que ocurren son producto de la falta de trabajo.
El caso de Caranavi no difiere mucho se lo que se viene
viendo en todo el país: la pelea por más y mejores fuentes
de trabajo.
Este fue el eje de un conflicto donde no
casualmente los que más participaron en los enfrentamientos
fueron los jóvenes. Este conflicto data de hace más
de dos años cuando el gobierno prometió la instalación de
una planta procesadora de cítricos. Recordemos que esta
localidad era uno de los bastiones del MAS. Sin embargo, las
cosas se fueron dilatando hasta el cansancio. Y como venimos
diciendo, lo que termina de desencadenar todos los
conflictos es la última elección de abril, donde la gente
trabajadora empieza a no tenerle más paciencia al gobierno
y exige medidas de hecho y no más palabras de
“socialismo” o “proceso de cambio” cuando todo sigue
igual o peor.
La disputa tenía que ver con dónde se
instalaría la planta de cítricos. Las opciones eran o en
Alto Beni (más específicamente en Palos Blandos) o en la
localidad de Caranavi. Acá estaba metido –con intereses
de por medio– el senador Fidel Surco (el cual, para colmo,
hace unos días se lo encontró conduciendo en estado de
ebriedad...). La dilatación de solucionar los problemas
llevó a los pobladores a tomar medidas de hecho como los
bloqueos de caminos para que sean escuchados. Esta medida
fue realizada a menos de un mes de haber sido la elección
de abril.
Esto demuestra lo mal que había quedado el
gobierno sin tener la victoria que pretendía. Por supuesto
que el gobierno no se prestó al dialogo y siguió con su
política de seguir dilatando el conflicto. Los días
pasan y el gobierno prepara la arremetida con más de mil
quinientos policías por toda respuesta al reclamo. Se
inicia así una casa de brujas a los dirigentes del sector:
“los dirigentes están en la clandestinidad y los teléfonos
están intervenidos. Todo es una dictadura, nunca pensamos
que el segundo bastión del MAS iba a quedar de esta
manera”, dice uno de los dirigentes que pasó a la
clandestinidad por la persecución que realizaba la policía
en esos momentos. Por supuesto que el saldo fue de
muertos en un número de tres, heridos de bala y presos,
esto más allá de la intervención que la policía hizo al
pueblo violando todas las normas. El gobierno masista a través
de sus ministros tal como el viceministro Gustavo Torrico y
el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, fueron los
causantes directos de estos atropellos contra la población.
Su política no fue muy distinta con los casos que se vienen
dando: la acusación de que el movimiento de lucha es
“financiado por agencias de los Estados Unidos” y hasta
que había “grupos guerrilleros”, se salió a decir
desde palacio de gobierno. ¡Una mentira escandalosa, una
verdadera provocación! Esta es la dinámica que viene
llevando el MAS: toda persona que sale a pelear en estos días
es tratada de por lo menos “agente del imperialismo”...
Nada nuevo bajo el sol: se trata del viejo y sucio truco
de todos los gobiernos reformistas que en el mundo ha
habido.
Lo
que reflejan estos sucesos es que al gobierno no le temblará
la mano en seguir reprimiendo como lo hacían los anteriores
neoliberales: sean quienes sean los sujetos que se den a la
lucha –obreros, campesinos, estudiantes, pobladores– el
gobierno seguirá con la medida de reprimir. El lema para
Morales y Linera parece ser “acá nadie saca los pies del
plato”; o sea, todos calladitos esperando el supuesto
“proceso de cambio”. O, sino, será reprimido y tratado
de “agente de los Estados Unidos o de la derecha oligárquica”.
En síntesis: cada vez es más evidente que este gobierno
no es verdaderamente del pueblo ni viene a defender los
intereses de los más explotados. Toda su política está en
función de los intereses de determinados sectores de la
burguesía que pide represión cuando suceden tales cosas.
Marcha de la CIDOB. Hacer respetar las autonomías
indígenas
El tercer conflicto tuvo que ver con la cuestión
de las autonomías de los pueblos indígenas. Como se sabe,
la marcha de la Confederación de Indígenas del Oriente
Boliviano salió desde el Beni-Trinidad, con un número
bastante considerable de marchistas. Aproximadamente eran
unos seiscientos, y cada día se incorporaban más. Desde
los primeros días se escuchaban las voces de repudio por la
acción que realizaban los indígenas del Oriente por parte
del gobierno. Las demandas eran que la Ley Marco de Autonomías
tenga el carácter real que se había propuesto.
El
financiamiento para la autogestión de la población era uno
de los puntos más fuertes, pidiendo también que esté
contemplado el punto del territorio indígena y las
consultas a los trabajos o exploraciones que hagan las
empresas en territorio autónomo. Los dichos del gobierno
fueron de todos los colores, empezando por el propio Evo
Morales diciendo que la marcha era un “mamarracho”...
Luego el ministro de Autonomías, Carlos Romero, puso algo
de lo suyo acusando que la marcha estaba “financiada por
USAID”.
Esta tendencia deja en claro las fisuras que
están habiendo (y cada vez más importantes) entre las
bases que lo apoyaron y el propio gobierno. La lucha porque
la marcha no llegara a la ciudad de La Paz fue incluso a
veces despiadada. Dividió a los sectores para que no
termine de llegar la marcha. Por último, los acuerdos se
resolvieron pero quedó un resquemor por la acción del
ministro.