Presentamos
a continuación un artículo que se terminó de escribir días
antes que termine la lucha de la población potosina. Sin
embargo, el mismo contiene todos los elementos que de alguna
manera explican porque esta lucha terminó en un triunfo
popular y como el tipo de proceso que se están viviendo en
esta coyuntura en Bolivia están de alguna manera
desbordando por izquierda el gobierno reformista de Morales
y Linera.
Desde hace más de diez días que Potosí esta totalmente
bloqueada por los pobladores, campesinos, mineros y población
en general. La marcha del día martes 3 de agosto fue
realizada por más de 100 mil personas. Al parecer todo
empezó con una cuestión de “límites” pero el gobierno
hizo oídos sordos como lo viene haciendo en la mayoría de
los conflictos, esperando que si dilataba las cosas el
problema “desaparecería”. Pasaron los días y los
pedidos de “diálogo” rogándoles a los pobladores que
acepten reunirse en un lugar “neutral”: Cochabamba o
Sucre. Esto con la excusa que no estarían “dadas las
condiciones por la seguridad de los ministros”. Queremos
recordar que Potosí es el departamento que más ha apoyado
en las elecciones al gobierno del MAS con un 75 %: de los 40
municipios, el MAS, ganó 34 en las últimas elecciones de
Abril. Es este el departamento que los ministros no quieren
ni pisar hoy por miedo a ser linchados por la población...
Los discursos repetidos de “cambios políticos” se
quedan ahí y todos son discursos de forma y no de
contenidos. Desde SoB Bolivia siempre afirmamos que éste no
iba a revertir las relaciones económicas de sometimiento y
explotación en el país. O sea, los explotados y oprimidos
seguirán padeciendo tanto con el llamado “Estado
republicano” o con el “Estado plurinacional”: ambos se
basan en el capitalismo, en la explotación del hombre por
el hombre y la propiedad privada. Por esto mismo, bajo el
MAS, las bases de la producción y las condiciones de vida
no han cambiado en lo más mínimo. Y es –en cierta
forma– el hartazgo con esa situación lo que la gente
expresó con el “ya basta de tanto discurso” de las
elecciones de abril pasado. Por esto mismo la población
potosina ha salido a la lucha: hay más de 250 puntos de
piquetes con más de 2.000 personas ayunando. No sólo
población se ha sumado, sino representantes de la Asamblea
Plurinacional del MAS están en la misma lucha.
Los reclamos de la lucha potosina
Pero veamos que es lo que se está pidiendo. Encabezadas
las luchas por el Comité Cívico, han arrastrado hasta el
propio gobernador oficialista a seguir las medidas... La
principal reivindicación tiene que ver con un problema de
conflicto de límites (entre los ayllus indígenas de Coroma
en Potosí y quillacas en Oruro) pero que “esconde” un
reclamo económico, y siempre con el trasfondo de la pobreza
general del país: se disputan un rico yacimiento de piedra
caliza, materia prima para la fabricación de cemento. Además,
se está pidiendo la instalación de esta fábrica de
cemento; la puesta en marcha del complejo minero
Karachipampa; también se pide la construcción de un
aeropuerto. Éstas fueron las consignas en un primer
momento. Pero al pasar los días, se fue sumando un reclamo
más político: la reivindicación de la nacionalización
del megaproyecto de San Cristóbal. Los trabajadores de esta
mina, sumados a los de Sinchi Waira, también están
movilizados y suspendieron sus labores. Sumado a que están
bloqueadas las vías del tren para sacar el mineral hacia
Chile.
Hoy por hoy el gobierno sigue rogando a los potosinos que
“reflexionen” y “levanten las medidas de presión”.
Por el otro lado, el gobierno masista mientras pide esto, ya
está alistando planteamientos de enjuiciar a los que
bloquean los caminos... El Ministerio Público, a través
del fiscal Mario Uribe, plantea aplicar la Constitución
“para que desarrolle las labores en el marco de las
competencias que nos otorga la CPE y las leyes”. Y, por el
otro lado, el ministro de Autonomías, Carlos Romero,
sostuvo que “una huelga de hambre, como medida defensiva,
expresa que la movilización en Potosí ha llegado a su máximo
nivel de acumulación”. Todo esto en el marco de seguir
desprestigiando a la gente y no tener una política de
desarrollo económico para la región. Potosí, históricamente,
fue la región mas relegada del país: hoy día es el
departamento más pobre de Bolivia.
Lo que termina planteando el gobierno es una salida más
dilatada aún: ir a 180 días para realizar una ley que
definirá la situación del límite... Y también está el
rumor de que la forma de dirimir el conflicto sea a través
de un referéndum. Cosa que la población ya descarta de
hecho. Hoy día se están pidiendo soluciones inmediatas, no
cuentos chinos que no llegan a nada.
La paciencia tiene un límite
Esto es lo que estamos viendo en estos momentos. Donde el
gobierno pensaba que la situación se establecía
determinando “una nueva etapa después de cuatro años de
conflictos” y que ahora vendrían “los cambios más
importantes con la nueva Constitución”, está resultando
todo lo contrario: las disputas hoy se trasladaron a otro
sector que hasta hace un tiempo ponía el voto en el MAS
teniendo la esperanza de que por fin algo cambiaria. Pero la
paciencia tiene un límite. Y hoy lo está sufriendo el
propio gobierno.
Entonces, estas luchas que están habiendo a lo largo de
este año, son producto de la falta de acción del gobierno
por los temas más sentidos: ¡sus límites, más allá de
todos los discursos, como gobierno capitalista que es! O
sea, las condiciones pésimas de vida sumadas a la falta de
trabajo hacen un cóctel donde todo no es ganancia y no se
realizan las acciones para mejor estas condiciones. Si no
hay expropiación de los grandes propietarios de los medios
de producción o de las tierras productivas se seguirá en
esta situación.
Hay que desmitificar y aclarar la forma de Estado que
tenemos hoy día que se llena la boca diciendo
“socialismo” o “Estado plurinacional” que en el
fondo termina siendo la misma explotación que antes: la del
Estado capitalista raquítico y semicolonial boliviano de
siempre.
La realidad es que Evo Morales no se movió mucho de los límites
del capitalismo. Falta saber qué rumbo tomarán estas
protestas. Hoy por hoy son todavía bastantes fragmentadas.
Pero la acción en conjunto podría cambiar el panorama del
país. El desafío es la unidad de los que luchan por
mejores condiciones. Hoy día sigue estando en vigencia la
frase Socialismo o Barbarie capitalista.