Finalmente la Legislatura aprobó la comisión investigadora para
Mauricio Macri. La bancada macrista que quedó en minoría
en este organismo, votó en contra y resolverá si la
integra o no.
Pero de su conformación definitiva y de sus dictámenes no depende
el futuro político del jefe de Gobierno porteño. En
realidad, es una mascarada para aparecer como enjuiciando el
accionar delictivo de Mauricio y su entorno en relación a
las escuchas ilegales, pero que oculta detrás una medida
que no sirve para nada, más que para eso: lograr una
apariencia.
Mientras los
legisladores encontraron, después de muchos cabildeos, la
forma más elegante y menos lesiva a las instituciones de
“enjuiciar” al amigo Mauricio, los límites de esta
comisión quedarán dentro del recinto del parlamento porteño.
Su futuro dictamen será seguramente una lápida más de las
que ya pesan sobre su cabeza para impedir su candidatura a
Presidente de la Nación. Pero no será ninguna medida que
pare el espionaje, la corrupción, los negociados que
atentan contra las condiciones de vida de los habitantes de
la Ciudad.
Después que macristas y oposición se disfrazaron de bomberos y
socorristas en medio del derrumbe en el barrio de Villa
Urquiza, se echaron la culpa unos a otros y archivaron el
tema.
¿Acaso la nobel comisión va a investigar el derrumbe del gimnasio
y señalar a todos los responsables? Si fuera así,
seguramente los primeros que tendrían que irse por los
techos serían ellos mismos, que son copartícipes de los
negocios inmobiliarios que ponen en peligro la vida y la
salud de millones de habitantes.
El boom inmobiliario
La muerte de tres personas producto del derrumbe del gimnasio en
Villa Urquiza desató una cobertura mediática. En este
lamentable caso, no fueron trabajadores de la construcción,
la mayoría de las veces inmigrantes de países limítrofes,
las víctimas. No fue a las claras “un accidente de
trabajo” como se caratula a las muertes de los obreros que
caen de los andamios o quedan atrapados entre las vigas.
Estas noticias aparecen con una línea en los diarios como
un accidente “normal”.
La tragedia de la semana pasada desnuda que la normalidad no es que
los obreros se desplomen como moscas o queden sepultados,
sino que las condiciones en que se construye en la Ciudad
son las peores.
La otra cuestión que dejó en claro es que el entramado
empresas-gobierno-controles-UOCRA no sirve en absoluto para
prevenirlos y evitarlos.
De resultas de las declaraciones de Macri, sus funcionarios
devenidos a “dolidos y preocupados servidores públicos”,
dirigentes de la Construcción, todos habían intervenido,
todos habían dado su “veredicto” sobre la inseguridad
de la obra… pero nadie hizo nada para evitar el desastre.
Un pergamino especial merecen los dirigentes de la UOCRA, que
declararon que ellos habían advertido sobre las
irregularidades en la construcción de la obra, desde el 17
de junio pasado.
“La UOCRA (Unión Obrera de la Construcción
de la República Argentina) lleva adelante en forma
continua, una amplia campaña de difusión y concientización
‘Así se trabaja’, para evitar/reducir los accidentes en
la construcción, contribuyendo a la cultura de la prevención.
Además de las campañas en la vía pública, la UOCRA
entrega folletos explicativos con los elementos de protección
personal, para concientizar a la clase trabajadora (y a la
dirigencia empresaria).”…
Con esta folletería educativa para trabajadores y empresarios
(sic) nos quieren hacer creer que hacen algo para prevenir
los accidentes. ¡Los accidentes son responsabilidad de las
patronales y el gobierno y no hay otra forma de pararlos que
enfrentándolos! Algo que nunca va a hacer la cúpula
sindical de la UOCRA.
Impulsar la movilización desde abajo
Nada podemos esperar de las discusiones dentro de la Legislatura.
Menos de este corrupto gobierno y de los dirigentes
sindicales para pelear por nuestros problemas: de seguridad
laboral, de salarios, de vivienda.
Debemos tomar el camino de trabajadores como los nucleados en
ADEMyS (sindicato docente de la Ciudad de Buenos Aires) que convocan
a una movilización frente a la Jefatura de Gobierno para el
día 20 de agosto con la consigna: Fuera
Macri y su pacto con el gobierno y a un paro con movilización
también a la sede del Gobierno de la Ciudad para el día
25.
Debemos organizar desde abajo la movilización para enfrentar las
medidas del gobierno PRO y el gobierno K que sólo les
importa la defensa de las ganancias de los capitalistas. Sólo
así lograremos dar un paso adelante para parar las muertes
obreras y populares y luchar por nuestras reivindicaciones.