Por un sindicato real para los trabajadores de
Prensa
El 28 y 29 de septiembre se vota en el gremio de
Prensa de Buenos Aires, la UTPBA, en una elección bastante
diferente a la anterior. En esa oportunidad, el frente
Naranja-Violeta había hecho una interesante elección en
los grandes medios. Ahora, se opone a la conducción un
frente más amplio, que incluye a La Gremial, El Colectivo,
la Naranja y la Lista Violeta. Das Neves, Camaño y Cía.
están al frente del sindicato hace 26 años, y a su
tradicional pusilanimidad han agregado en los últimos años
un total desprecio hasta por aparentar hacer algo: en los últimos
conflictos importantes del gremio, este año en los diarios
Crónica y Crítica, la borrada de sus dirigentes fue
memorable. Y la recuerdan especialmente los trabajadores.
Esto se explica en buena medida por el carácter de
la UTPBA: se trata de un sindicato "anornal". Los
sindicatos "normales" pueden tener una conducción
burocrática, y en general dejan afuera a los contratados,
tercerizados o en negro. Pero tienen como afiliados al
grueso de los trabajadores de la actividad, incluyendo
siempre las empresas con mayor concentración de
trabajadores.
No es el caso de la UTPBA. El 80% o más de los
afiliados (cálculo al voleo, porque el padrón es de goma)
son periodistas de radios comunitarias o colaboradores, que
en muchos casos no viven de su sueldo. En cambio, el
porcentaje de afiliación en los verdaderos medios de
prensa, los grandes, es insignificante. Para hacerse una
idea, basta imaginar un SMATA que afilia talleristas pero no
obreros de Ford, Fiat o Toyota, o un SUTNA de empleados de
gomería pero sin FATE, Firestone ni Pirelli.
Esta realidad tiene por lo menos un doble origen.
Por un lado, el inmenso desprestigio de la UTPBA, que ignoró
o entregó toda lucha en medios grandes (para no hablar de
jugar para la patronal, como en el conflicto de Clarín en
el 2000). Por el otro, la propia concepción de Das Neves,
Camaño y Cía., que creen que el "cambio
comunicacional" se hace desde los "medios
alternativos", los foros académicos y en general
cualquier lugar salvo las luchas de los trabajadores de
Prensa reales de los medios reales.
La burocracia es completamente ajena al gremio y a
sus luchas. La prueba palmaria, por si hacía falta, fue la
asamblea del 29 de junio en Atlanta, en la que se designó
la junta electoral. Fue aparateada, fraude y maniobra, todo
en uno, con afiliados truchos, conteo de votos surrealista y
toda la logística de los gremios "gordos", pero
en un sindicato "progre"... Lo sintomático:
cuando los trabajadores de la oposición reclamaron
paritarias, la barra de improvisados "periodistas"
contestó en un cantito que eso era "elitista". ¿Será
que los trabajadores de los medios de prensa reales, que sí
viven de su sueldo, son una "elite" comparados con
los colaboradores?
Consciente de todo esto y de la bronca que hay en el
gremio contra la UTPBA, la conducción puso candidatos menos
impresentables que el impresentable Das Neves. Hasta
pusieron gente que trabaja y todo (y al que no, le buscaron
alguna cosa como para que pareciera que sí). El Frente, en
cambio, expresa lo más activista y luchador del gremio,
levanta un programa de defensa de los trabajadores, sus
derechos y su salario, junto con la democracia sindical y la
realización de asambleas del gremio. Además, está
encabezada por una figura muy respetada dentro y fuera del
gremio como Osvaldo Bayer, que firmara los primeros
convenios colectivos de periodistas. Por eso la Lista
Violeta decidió sumarse, con la presencia de “Kilo”
Vignoles y Andrea Salmini, ambos de Crónica, integrando la
boleta del Frente de Unidad.
La campaña viene fría en los grandes medios
justamente por la escasísima afiliación. La expectativa
del Frente es hacer una muy buena elección en esos lugares,
más allá de que en términos globales el padrón está tan
inflado y distorsionado que no tiene sentido –como
equivocadamente creen algunos compañeros– plantearse como
objetivo "barrer a la actual conducción". En
verdad, es precisamente este presente de un sindicato prácticamente
vaciado de contenido real lo que, más allá del resultado
electoral, pone sobre la mesa la necesidad de discutir qué
hacer con la UTPBA. Se trata de una discusión que la
Violeta y muchos otros compañeros vienen planteando desde
hace tiempo: cómo dotar de una organización sindical real
a los trabajadores de los medios de comunicación.