¡Basta
de enKubrimiento!
Al
cumplirse un nuevo año de la desaparición de López, la
bronca y el desasosiego se acumulan en todos aquellos que
luchamos por su aparición desde el momento de su secuestro,
previo a la lectura de la sentencia a Miguel Etchecolatz.
Familiares, organismos y activistas de derechos humanos,
luchadores obreros y populares, organizaciones sociales y de
izquierda, estuvimos en las calles exigiendo su aparición y
una investigación hasta las últimas consecuencias. Algunos
de ellos ofrecieron testimonios, presentaron recursos e
iniciativas a los funcionarios a cargo del caso, que se
fueron sucediendo a lo largo de estos años.
Pero aun
estos aportes (y muchos otros hechos como la aparición de
sus llaves en el jardín de su casa), desde el punto de la
investigación, fueron desviados hacia cualquier parte y no
hay ni un indicio, ni una pista, ni medio imputado, ni un
cuarto de detenido por su desaparición.
Al
acercarse esta trágica fecha y ante la ausencia absoluta
del tema en los medios oficiales (¡no hablemos de la gorila
oposición!), el gobierno aumentó la recompensa a quien
aporte datos sobre su secuestro a $ 1.500.000.
Con este
gesto tal vez pretenda tapar con lodo el empantanamiento
total de la investigación del hecho, como si estuviéramos
a los pocos días de aquel 18 de septiembre de 2006, cuando
el ministro Aníbal Fernández dijo: “…habrá ido a la
casa de una tía” o Hebe de Bonafini lo acusó del delito
de “…vivir en un barrio de policías, tener un hermano
policía y la familia no habla de que está desaparecido, lo
cual es extraño”.
El
gobierno K es el responsable de seguir la investigación
hasta el final y llegar hasta los responsables materiales e
intelectuales.
¡Cuando
genocidas del proceso militar están siendo juzgados y
condenados, el gobierno debe ponerse al frente de la
investigación del primer desaparecido en democracia, del
primer desaparecido en su
gobierno!
¡No
pueden tapar con billetes la vida de un sacrificado
luchador!
Los que
peleamos desde hace 4 años vamos a seguir la lucha por la
investigación y el castigo, por López y también por
Fuentealba, asesinado bajo la responsabilidad política del
gobierno provincial de Sobisch y del nacional de Néstor
Kirchner.
En la
causa Fuentealba II, que investiga la responsabilidad política
y policial en ese crimen, están implicados el ex gobernador
Sobisch y el ex subsecretario de Seguridad, Pascuarelli, así
como los jefes principales de las fuerzas policiales.
• ¡Exijamos el castigo de todos los responsables
políticos e institucionales!
• ¡Investigación efectiva y castigo a sus
secuestradores!
• Este 18 de septiembre marchamos de Congreso a
Plaza de Mayo y en todas las provincias del país