En las últimas semanas, los
estudiantes secundarios de la Capital Federal estamos
protagonizando una enorme lucha contra las políticas
privatistas de Macri y la destrucción de la educación pública,
que se traduce en colegios que se caen, falta de becas y
viandas. La respuesta del gobierno frente a estos justos
reclamos han sido las listas negras, el espionaje y la
persecución a los que nos organizamos. El kirchnerismo, que
de forma hipócrita dice “apoyar la lucha de los
secundarios”, le votó al macrismo el presupuesto para la
Ciudad y la creación de la Metropolitana, junto a
“Pino” Solanas y Proyecto Sur.
Bajo el impulso de la lucha secundaria, se tomaron
recientemente la Facultad de Sociales, de Filo, cuatro sedes
del IUNA, el Instituto Terciario Joaquín V. González y
otros establecimientos de enseñanza. Esto demuestra que el
problema de la educación pública no se remite sólo a los
secundarios de la Capital que dependen de Macri, sino que el
gobierno K reproduce esa misma política nacional, con las
facultades que se caen a pedazos, los docentes que cobran un
salario de hambre y los secundarios del resto del país que
se encuentran en condiciones peores aún que los de Capital
Federal. Para
Cristina, hubiera sido mejor llamarse a silencio, porque
ahora las tomas secundarias que decía apoyar prendieron la
mecha de una rebelión estudiantil que se está extendiendo
a toda la Universidad y tiene como responsable del
vaciamiento educativo al Gobierno nacional.
El kirchnerismo se está jugando con todo a reventar el
proceso de lucha, porque los secundarios están empezando a
hacer olas y se está extendiendo a otros sectores. Por eso,
la burocracia Celeste –pro K– de UTE, el gremio
mayoritario de Capital, sanciona y persigue a los
estudiantes que nos organizamos. Por eso las agrupaciones
secundarias kirchneristas salieron a plantear en el Congreso
de la CUES que los universitarios no tenían nada que ver,
que no había que hablar del Gobierno nacional, y que la
marcha del 16 no tenía que ser a Plaza de Mayo sino a la
Jefatura de Gobierno, para hacer un acto con las Madres de
Plaza de Mayo. Quieren que la marcha del 16 sea de
“derechos humanos” en abstracto, para vaciarla del
contenido de lucha que debe tener, para que no se hable de
la responsabilidad de los K en la destrucción de la educación
y en que los genocidas sigan caminando libres por las
calles.
El
Congreso de la CUES decidió continuar con la toma
generalizada de colegios y realizar cortes zonales el jueves
al mediodía. Además, discutió (debe ser ratificado en los
colegios) que la marcha sea de Congreso a Plaza de Mayo, con
un encabezado general con la consigna “Macri como Cristina
son responsables de la destrucción de la educación pública”,
y que la columna de la CUES esté encabezada por todas las
reivindicaciones que venimos levantando, junto a las
consignas “Fuera Macri y su policía. El kirchnerismo es cómplice”.
Para seguir la lucha contra Macri, hay que derrotar la política
del gobierno y las agrupaciones kirchneristas de levantar el
conflicto, y, esencialmente, seguir extendiendo la rebelión
educativa al resto de los sectores para discutir un programa
y un plan de lucha común. En este sentido, el Congreso
resolvió convocar a un Encuentro Nacional de Estudiantes
para el 25 de septiembre, que tenemos que llenar de
contenido e impulsar con todo. La semana pasada una patota
intentó entrar al Normal 3 a romper la toma. Al conocer la
noticia los estudiantes de la Facultad de Sociales, que se
encontraban en asamblea, decidieron movilizarse
inmediatamente a ese colegio para defender a los estudiantes
agredidos, con la concepción de que: “Si tocan a uno nos
tocan a todos”. Sobre la base de esa solidaridad efectiva,
en las calles, es que tenemos que impulsar el Encuentro para
unificar los reclamos y golpear con un solo puño.
Los
estudiantes del Nacional no podemos quedarnos afuera de este
proceso, que es inmenso,
mucho más grande que la lucha en la Ciudad de Buenos Aires
y que hace al nacimiento de un movimiento estudiantil que se
pone de pie y lucha codo a codo, todos por todos por las
reivindicaciones de todos. Aunque no dependamos del Gobierno
de la Ciudad, eso
no importa, debemos empaparnos del espíritu de solidaridad
que marcó este conflicto desde el principio. Además, las
tomas de las facultades demuestran que la pelea no es sólo
contra el gobierno de Macri sino contra los K y el gobierno
de la UBA. Salir a luchar junto al resto de nuestros compañeros,
le va a dar más fuerza al movimiento en su conjunto, al
mismo tiempo que va a ser un apoyo para encarar la lucha por
la democratización del Nacional. Por todo esto, preparemos
una gran marcha para el 16 de septiembre y sumémonos con
todo al plan de lucha de la CUES, e impulsemos un Encuentro
Nacional de Estudiantes, para aunar fuerzas y experiencias
contra el gobierno de Macri y el gobierno K, que destruyen
la educación pública y persiguen a los luchadores.
• Sumemos al Nacional a la
lucha del movimiento estudiantil
• En apoyo a las tomas de los
compañeros secundarios, universitarios y terciarios
• El 16 de septiembre los lápices
seguimos escribiendo en la calle
• Todos a Plaza de Mayo contra
Macri y Kirchner y por la educación pública
• Organicemos un Encuentro
Nacional de Estudiantes