Para derrotar a Trinchero hay que doblegar a
Kristina
Se están cumpliendo tres semanas de
nuestra toma de Filo. Después de tantos días de lucha se
impone una reflexión. A esta altura es claro que tanto el
gobierno de Macri con los secundarios, como el gobierno de
Cristina respecto de la UBA y el IUNA, están jugados a
quebrar nuestro conflicto. A pesar de la tramposa
demagogia de Cristina para con los secundarios, el gobierno
nacional no abrió ninguna instancia de diálogo para
solucionar los profundos problemas que atraviesan a la UBA.
Por el contrario, lo que ha venido haciendo es mandar a sus
“perros guardianes” del rectorado y los decanatos de
Sociales y Filo a decir que los estudiantes en lucha en la
Universidad “no tienen razones para la misma”... El
colmo llegó en nuestra Facultad, donde Trinchero llegó a
presentarnos como agentes de Macri… ¡Como si el
desastre de la educación no fuera un problema nacional!
El comportamiento de Trinchero no es un
hecho aislado: la reunión del viernes (entre la gestión y
la comisión mandatada en la asamblea) fue una verdadera
vergüenza donde nos ofreció levantar la toma y “seguir
dialogando en la cuatripartita”, una instancia no
resolutiva, y por la cual ya hemos pasado para saber que no
salió de ahí un sólo ladrillo para el edificio. No
podemos aceptar ninguna promesa de parte de las autoridades
(como la que anda dando vueltas de que “el nuevo edificio
no sería para actividades aranceladas”: un chamuyo
escrito sobre papel higiénico mojado); toda comisión viene
después de nuestro triunfo y para garantizar el mismo. Ahora
bien, lo que sí ofrece Trinchero son artículos y
solicitadas atacándonos, al tiempo que manda patotas
provocadoras a las asambleas para intentar levantar la toma.
La toma en Filo es una fiesta
La realidad es que a pesar de esta política
del gobierno y los decanos, el conflicto sigue con una
fuerza impresionante. La situación entre los
secundarios no se ha normalizado. En el IUNA las tomas
continúan. En Sociales, si bien por responsabilidad de La
Mella se “flexibilizó” la toma, la ocupación continúa
y la flexibilización, que tuvo un efecto desmovilizador,
volverá a ser puesta a debate esta semana.
En este contexto, el caso es que en Filo la
toma viene siendo realmente histórica. Luego de tres
semanas, el viernes pasado realizamos una de las más
grandes asambleas de todo el conflicto con la participación
de unos 1.000 estudiantes, donde resolvimos ratificar la
toma tal cual venía funcionando, a pesar de los intentos de
la patota de Trinchero y los K de romper nuestra asamblea.
Lo cierto es que ellos y sus escasas 170 firmas en contra de
la toma no logran imponerse ante las masivas asambleas.
Además, la toma misma se ha mantenido con
un ejemplo de participación, donde se vienen realizando
todo tipo de actividades y noche tras noche se la bancan
decenas y decenas de compañeros y compañeras.
Esto no quiere decir que no se hayan
expresado algunas presiones. Hay quienes están preocupados
por los parciales. Desde ya que nadie quiere que perdamos la
cursada. Pero hay que ser honestos y en el marco de una
lucha como ésta, esa es una opción que de ninguna manera
debe hacernos entregar todo el esfuerzo realizado; ahora se
trata de una pelea que tiene un objetivo mayor: no
podemos dejar que nos debiliten o dividan por este tema.
Estamos involucrados en una pelea por la defensa de la
educación pública y por condiciones dignas de cursada.
Nuestro principal objetivo debe centrarse en ver cómo ganar
la pelea.
Tenemos que arrancarles una
negociación política
La dureza que muestran Cristina y los
decanos desde arriba ocurre en el contexto de la fortaleza
que venimos exhibiendo desde abajo. Estas coordenadas son
las que han colocado sobre la mesa el debate acerca de las
perspectivas de nuestra lucha. Desde el ¡Ya Basta! queremos
ser muy claros. A pesar de las expectativas que de hecho están
poniendo una serie de corrientes como es el caso
principalmente de La Juntada, e inclusive de manera
incorrecta Izquierda Socialista, y algunos compañeros en
las asambleas, en que la “clave” de todo pasaría por
abrir una negociación con Trinchero en el marco de la
“institucionalidad” y sólo en los márgenes de Puán
480: eso no es más que un camino sin salida. Está
visto que Trinchero con el apoyo y sostén del gobierno K,
quiere quebrar nuestra lucha o, en todo caso, vendernos
espejitos de colores: no es por ahí por dónde podemos
lograr nuestras reivindicaciones. En todo caso, el diálogo
con la gestión tiene que ser siempre en nuestras
condiciones y sólo para que de una vez por todas le
arranquemos nuestro pliego de reivindicaciones. No en el
marco del anti-democrático Consejo Directivo, donde los
estudiantes estamos subrepresentados, y ellos tienen mayoría
automática para decidir todo. Es una verdadera pérdida
de tiempo, y además es depositar confianzas en un organismo
que ya se expidió claramente por boca del mismo Trinchero.
Por otro lado, debe quedar claro que la negociación no es
un “toma y daca”, en el cual podríamos resignar el
edificio. Después de todo, ¡pedimos no cursar en aulas que
se parezcan más a un “pogo” en un recital de los
redondos que a una sala de estudios! Es una exigencia
bastante “modesta”, que si no la quieren dar, es porque
son “anti-Universidad-pública” hasta la médula.
Insistimos, negociación es sobre la forma concreta en que
se realizarán nuestros reclamos.
Desde el ¡Ya Basta! entendemos que el
camino es otro: se trata de fortalecer nuestra pelea y
abrir las vías para debilitar a nuestros adversarios.
Ir a conseguir algunas “concesiones” en cada colegio,
terciario o facultad, lo único que estaría profundizando
es la actual fragmentación y debilitando nuestra lucha.
Esta es la “perspectiva” que nos propone el gobierno de
Cristina, que en el fondo lo único que está haciendo es
lisa y llanamente desconociendo los reclamos,
afirmando que los mismos no serían “legítimos”
porque en la UBA “todo estaría bien”… ¡Son
unos caraduras! La Cámpora no tiene vergüenza de venir
a nuestras asambleas a decir que “Cristina aumentó el
presupuesto” y que toda nuestra lucha es por “una pileta
y un solarium” negando la deplorable situación de
nuestra Universidad, en la que se caen los techos y cursamos
en el piso; pareciera que estos “pibes” no cursan en
la UBA, sino en la UCA!
Tenemos que dotarnos de una estrategia
opuesta: no aceptar un marco fragmentado, exigiendo una
mesa única de negociación nacional con el Ministerio de
Educación, el rectorado y los decanatos de todas las
facultades que estamos en lucha. Para esto es necesario
votar medidas de lucha unificadas, masivas y contundentes,
como podría ser la realización de una marcha nacional a
la Plaza de Mayo en apoyo a la rebelión estudiantil.
Para esta perspectiva, en la última
interestudiantil se votó por unanimidad el llamado a un
Encuentro de Estudiantes de Base. Por eso es necesario que
la FUBA pase realmente de las palabras a los hechos y
garantice que el Encuentro de Estudiantes de Base votado
para el 2 de octubre sea realmente representativo y lleno
de participación, de manera tal de tener la fuerza
suficiente para poder votar un claro curso de acción
redoblando nuestra lucha, y para pegar bien fuerte con un
solo puño.