Fue en la madrugada del viernes 24, cuando la toma del
CPEM 53 cumplía una semana.
Entraron 4 personas encapuchadas con pistolas y armas
blancas amenazando a los compañeros. Culatazos, patadas y
amenazas de violación a las compañeras, para que levanten
la toma. “A nosotros nos mandaron. Déjense de joder o les
bajamos a uno”, decían los matones.
El Secretario de Seguridad, Guillermo Pellini, se acercó
a la escuela para intentar lavar un poco la cara del
gobierno, pero lo único que hizo fue echar más nafta al
fuego, llegando a plantear que el apriete “fue producto de
la droga que consumen los pibes, que seguramente ustedes
sepan donde se vende”. Un provocador, que fue duramente
repudiado por el conjunto de los estudiantes.
El mismo Pellini fue quien, a principios de mes, planteó
que “en realidad no haría falta [una orden judicial]
porque las personas cometen un delito y la Policía tiene en
su ley la obligación de hacer cesar un delito en todas sus
formas, ya sea un robo o un corte de ruta” (La Mañana de
Neuquén, 03/09/2010). Esta política de Estado, de
criminalizar la protesta y darle carta libre a la policía
para reprimir, fue la misma que utilizaron cuando asesinaron
al compañero Carlos Fuentealba. Entonces… no hace falta
ser muy inteligente para saber de dónde vino el apriete.
El gobierno de Sapag tiene temor que la rebelión
estudiantil, que estalló en Capital, se traslade en la
provincia. Busca por todos los medios que los estudiantes
levanten las medidas: desde promesas de comienzos de obras,
hasta repartir entradas gratis para boliches de la zona en
colegios que estaban tomados.
En el caso del 53, se le suma el rol siniestro que ha
cumplido la directora: hizo una denuncia en la comisaría,
aparentemente, dando los datos de los compañeros que están
al frente del Centro de Estudiantes. Al día siguiente de
este hecho, la presidente del Centro fue seguida por un
auto, desde el que le dijeron que sabían dónde vivía y
que se deje de joder con la toma.
Repudiamos este hecho y creemos que debe ser expulsada del
gremio ATEN y removida de su cargo.
La toma del CPEM 53 se enmarca en el contexto de la lucha
que vienen dando los estudiantes de Buenos Aires. Se reflejó
en la marcha por la Noche de los Lápices, que fue una de
las más grandes en años. Si bien no se dio un ascenso de
conjunto, debido a la política de fragmentar las luchas que
ha tenido el gobierno provincial a través del Consejo de
Educación, y a la contención de la lucha por parte de
algunos directivos y padres en las escuelas, la cuestión
sigue latente. Los estudiantes están haciendo una enorme
experiencia, que sin duda rendirá sus frutos en la lucha.
Desde el ¡Ya Basta! responsabilizamos de este hecho al
gobernador Jorge Sapag, principal interesado en quebrar la
lucha de los estudiantes y parte del mafioso aparato del MPN.
Y responsable, junto al Gobierno Nacional de los Kirchner,
del pésimo estado en el que se encuentran las escuelas y la
educación pública en general.