Triunfo
en Filo
SoB: ¿Cuál es el balance de la
experiencia de lucha y organización que tuvieron el
conjunto de los estudiantes de Filosofía y Letras?
Manuela:
La palabra que cabe acá es muchísima fuerza. Desde la
primera toma ha sido extraordinaria, las asambleas han sido
siempre masivas, cientos de estudiantes movilizados
permanentemente en las asambleas, inclusive para bancar la
toma. Noche a noche, entre 100 y 150 activistas organizando
todas las comisiones para garantizar hasta lo más mínimo y
necesario para estar en condiciones.
Pero también hay que destacar el nivel
de politización. La primera consigna votada para
encabezar la toma fue “Macri y Cristina desfinancian la
educación”. El activismo dio cuenta de quiénes son los
responsables explícitos de que esta educación y nuestros
edificios se caigan a pedazos.
SoB:
¿Cual fue el rol jugado por la
gestión, el gobierno nacional y sus corrientes políticas
afines?
M.: Acá en Filo tuvimos que aguantar
las provocaciones
permanentes del gobierno, que vino con todas sus
organizaciones, inclusive con la gestión, asamblea tras
asamblea, intentando romper nuestro espacio de organización
y de debate. Igualmente nunca pudieron juntar más de 200
patoteros para intentar doblegarnos, los estudiantes que
peleamos por la educación pública y por edificios dignos
somos muchísimos más.
Esta es parte también de la
experiencia que se hizo de largos 31 días de toma, también
al interior de los sectores que estábamos en lucha, con las
diversas corrientes. Por ejemplo, el desde el ¡Ya Basta!
planteamos permanentemente que la única confianza que
debemos tener es en nuestras propias fuerzas. Las
medidas de lucha, la toma, de mantenernos firmes
permanentemente porque ese iba a ser el camino que nos iba a
llevar a la conquista de las reivindicaciones.
SoB:
¿Qué debates se dieron con
otras corrientes políticas del movimiento estudiantil?
M.:
No tuvimos la misma línea las
distintas corrientes, y los estudiantes tomaron nota de eso.
Por ejemplo, hay una polémica con corrientes como La Mella
y todo su bloque, La Juntada, que plantearon permanentemente
la desconfianza en el movimiento estudiantil con
intervenciones desmoralizadoras. Ellos decían que no
había fuerza, que había desgaste, que había que levantar
la toma en algunos momentos, que había que ir a negociar al
Consejo Directivo. Depositando confianza en todas las vías
institucionales que los estudiantes ya sabemos que son
profundamente antidemocráticas. Esto estuvo también sobre
el tapete en la discusión, llegaron al punto de plantear,
en ocasiones, levantar la toma para ir a sesionar al Consejo
Directivo. O Izquierda Socialista, que también estuvo
permanentemente con las mismas posiciones. En una
oportunidad se sumó a estas posiciones el PTS,
lamentablemente. Por suerte, en los hechos, esas políticas
nunca se hicieron efectivas. El movimiento estudiantil se
repuso de esos errores.
SoB:
¿Cómo se consiguió la
negociación con Trinchero?
M.: Nosotros planteamos desde un
primer momento no ir directamente al Consejo Directivo sin
un compromiso de la gestión de resolver nuestros problemas,
ya que era perder el tiempo. La Mella todo el tiempo quiso depositar
confianza en el Consejo, llegando a votar con el PTS y La Cámpora
ir al Consejo solamente por ir. Esa sesión pasó sin pena
ni gloria, pero después, gracias a la lucha, conseguimos
sentar a la gestión, que nos firme un compromiso de
resolver nuestras demandas en el Consejo y recién ahí
desde el Ya Basta estuvimos de acuerdo en dejar sesionar. Así,
finalmente obtuvimos el reconocimiento de la gestión de la
Facultad, de que nuestros reclamos eran legítimos, que el
edificio de Filo tiene que ser integral, para aulas de
grado, para los estudiantes, para los trabajadores. Y no un
edificio para los negociados de Trinchero. Sino, como ya
dije, para las necesidades de los estudiantes.
SoB:
En el marco de este primer
triunfo que estás planteando, ¿cuáles son las tareas
inmediatas para los próximos días, semanas, que tiene el
movimiento estudiantil?
M.:
Por un lado, hay un hecho contundente
y es que Filo nunca estuvo sola, parte de este primer
triunfo tiene que ver con que salió a luchar con el
conjunto del movimiento estudiantil, secundarios, de la UBA,
del IUNA. En parte también, creemos que queda vacante el
problema de la coordinación del conjunto del movimiento
estudiantil. Y específicamente para el caso de Filo, queda
por delante fortalecer nuestro centro y al bloque, actual
conducción, que no anduvo este camino, sin duda, sin
contradicciones. En ese sentido, creemos que tenemos que
abrirnos al conjunto del activismo y hacer un balance para
salir adelante, para fortalecernos. Tenemos que sumar a lo
mejor de este activismo, a todos aquellos sectores de
izquierda que se han probado en esta lucha, a esos compañeros
que están con la lucha de los trabajadores, que están por
la educación pública y que, en definitiva, están por otro
tipo de sociedad. Todos esos compañeros se tienen que
sumar. Tenemos que discutir junto a ellos para ver cómo
seguimos con la lucha que se viene, con la lucha que hemos
comprado con este primer triunfo.