Un
nuevo movimiento estudiantil se ha puesto de pie. Más de 20
escuelas secundarias, los terciarios de Ciudad de las Artes
junto a la Facultad de Filosofía vienen realizando tomas
que alcanzan a más de 28 establecimientos
educativos.
Estamos
frente a un proceso en el que los colegios, terciarios y
facultades se fueron sumando unos tras otro cuestionando y
debatiendo en asambleas los problemas centrales de la
Educación. La participación viene creciendo –fuimos
cuatro mil estudiantes en la movilización del miércoles
6– y gana legitimidad, son muchos los padres que apoyan la
medida de fuerza, a punto tal que ellos mismos han llegado a
tomar una escuela primaria.
Por presupuesto y contra la Ley de Educación Provincial (LEP) que nos
quieren imponer
Nuestra
pelea hoy tiene dos frentes. Es que a los cielorrasos que se
caen, los baños inutilizables, y a todos los problemas
edilicios que conocemos se suma la nefasta LEP que el
gobierno local, junto a todo el ámbito de la educación
privada, las empresas, la conducción de la UEPC, y con el
aval de la UNC quieren imponer.
El
malestar frente a esta ley es grande, y no sólo porque ésta
fue discutida por pocos organismos sino por su contenido, ya
que permitiría la enseñanza religiosa dentro de las
escuelas.
A
esto hay que sumar que la Comisión de Formación Técnica
Profesional a la cual se suman sectores empresariales
(empresarios-asociaciones profesionales, Ministerio de
Trabajo) dando una orientación de acuerdo a las demandas
regionales, es decir, que la política educativa sólo busca
la inserción laboral de una mano de obra especializada sin
desarrollar los fundamentos teóricos y prácticos.
Schiaretti y sus amigos “de izquierda” contra la lucha
En
este contexto el gobierno de Schiaretti ya no sabe qué
hacer para levantar el conflicto de los secundarios. Tildó
de “profascistas” a los que apoyan la medida, intentó
amenazar con faltas para todos si los colegios siguen tomados.
Pero
no queda ahí el intento de levantar por cualquier medio las
tomas. Autos con vidrios polarizados en las puertas de los
colegios se muestran amenazantes, fiscales que han firmado órdenes de
desalojo, policías amenazando, entre tantas otras
intimidaciones que no han podido bajar el reclamo que sigue
muy firme y ante la embestida del gobierno que quiere engañar
con planes truchos de arreglos de edificios.
Para
levantar la toma, el gobierno provincial cuenta con la
colaboración de Secundarios Arriba, pertenecientes a Libres
del Sur, que si bien intervinieron tomando colegios cuando
se inició el conflicto, ahora fueron los primeros en hacer
que los colegios levanten sin asamblea, tal como lo hizo el
Colegio J. Cabrera, donde tienen influencia política.
En
la Facultad de Filosofía pasa algo parecido. La medida se
fue profundizando, pese a la oposición sistemática de los
sectores que defienden tanto al gobierno nacional (la
presidencia del centro está en manos de El Andén) como las
que defienden el gobierno Universitario (La Bisagra). Votan
a favor de la continuidad de la toma, pero todo el tiempo
buscan desgastarla.
Una forma es, por ejemplo, hacer asambleas
interclaustros en cada escuela de la Facultad.
En estas Asambleas quieren participar los docentes
que gobiernan la Facultad y quieren que esto se haga en los
pabellones tomados. De esta manera buscan que salgan
mandatos de Asamblea por escuela para quitarle peso y fuerza
a las Asambleas generales. Esto es una trampa, no sólo
porque la gestión se mete para deslegitimar la lucha
estudiantil y poner mil veces en debate la legitimidad de la
toma, sino porque además
quieren fragmentar la Asamblea general a través de que a la
misma se lleven mandatos de Asamblea por escuela. El propósito
es cambiar el eje de discusión: del rechazo a la LEP y el
conjunto del presupuesto, a dos o tres reclamos puntuales y
específicos, buscando desgastar y desmoralizar a los compañeros
que venimos luchando.
La Asamblea Interestudiantil y
el
plan de lucha
Pero
a pesar de todas las intentonas de todas las autoridades de
reventar el conflicto, los estudiantes de todos los niveles
ganamos en organización. Esto ha sido demostrado en una
Asamblea Interestudiantil con más de 600 estudiantes donde
se plantearon los problemas puntuales de sus escuelas y se
coordinó un plan de lucha conjunto entre las escuelas,
terciarios y facultades. Haciendo eje en la marcha del miércoles
a Casa de Gobierno y posteriormente al Rectorado de la
Universidad.
Esta
Asamblea mostró la nueva forma de organización
estudiantil, que no sólo coordina, sino que al mismo tiempo
unifica un plan de lucha para avanzar de conjunto tanto
contra el gobierno provincial, responsable de las
secundarias y terciarios, como frente a los responsables de
las Universidades nacionales, ya sea el Gobierno Nacional
presidido por Cristina, como el Gobierno de la Universidad y
la Rectora Scotto.