Hacia
mediados de año, se desató en el Colegio Nacional de
Buenos Aires un conflicto a raíz de la destitución de González
Gass como rectora por parte del Consejo Superior. Desde
Tinta Roja señalamos que dicha destitución no era producto
de sus poses progresistas, sino de su incapacidad para
imponerles a los estudiantes el ajuste, el cierre del turno
vespertino y la venta del campo de deportes; que la crisis
institucional que esto abría, ponía de manifiesto el régimen
antidemocrático en el colegio. Esta política chocó con la
conducción del centro, Desde Bolívar, y con La Caravana
(La Mella) quienes durante la primera parte del conflicto
sostuvieron la consigna ‘Que vuelva Gonzáles Gass’, (¡la
rectora que el año pasado nos sancionó luego de la marcha
del 16 de septiembre!), para después defender la estrategia
de dejar de lado la lucha por el cogobierno encarnado en los
Consejos Directivos, planteando la elección del rector.
Desde Tinta Roja nos opusimos a dejar de lado el programa
histórico de los estudiantes por la democratización y
advertimos que esto era profundamente irresponsable, puesto
que no solo se abandonaban la lucha por la verdadera
democratización, sino que además se jugaban todas las
cartas a una supuesta elección donde los estudiantes no tenían
ningún candidato que defendiera su programa e intereses.
Que era un salto al vacío que, dejaba al movimiento
estudiantil desmovilizado confiando no en la fuerza de su
lucha, sino en los organismos antidemocráticos del colegio
y la UBA. Tanto fue así que a la postre, el candidato a
"rector de la democratización" terminó siendo
"El Barba", un docente que es Consejero Resolutivo
por la lista de Gonzales Gass y cuyo acto más
“combativo” dentro del consejo fue la abstención.
Finalmente se terminó imponiendo la propuesta de estas
corrientes quienes planteaban la elección del rector
“desde las aulas”, con La Mella proclamando un
“triunfo histórico” y criticando a quienes sostuvimos
una política consecuentemente de lucha por preferir,
supuestamente, "heroicas derrotas” a “triunfos
posibles”.
Pero a los pocos días, los “triunfos” de La Mella,
cual Pirro, se transformaron en grandes problemas. El
Consejo Superior de la UBA aprobó una resolución mediante
la cual estipula que se debe elevar una terna de candidatos
propuesta por el Consejo Resolutivo para que Hallú elija
entre ellos, o entre cualquier otro mortal. Es decir, luego
de “triunfar”, estamos en la misma situación que
antes... pero desmovilizados.
Ante la realidad La Mella decidió no hacerse cargo y
echarle la culpa a los estudiantes. De un plumazo sacó un
volante donde pasó del "triunfo histórico" a
lloriquear que "cuando se esperaría una explosión de
ira, nos encontramos desmovilizados". Pero el problema
del conflicto fue de la dirección política que tuvo: La
Mella tiene que explicar (como anticipamos desde Tinta
Roja), cómo es que su política nos llevó a este callejón
sin salida. En vez de exhortar al movimiento estudiantil a
confiar en sus propias fuerzas, lo llevaron al pantano del
Consejo Resolutivo: terminaron levantando la lucha por un
proyecto perfectamente "legal", para que el
Consejo Resolutivo, "reconocido por el Rectorado",
lo apruebe. Llegaron a justificar que el proyecto elevara
una terna porque "eso era lo que el Superior pedía".
¿Qué explosión pretende La Mella, si desde hace meses
viene convenciendo a los estudiantes de que las cosas se
consiguen sin luchar, charlando en un Consejo?
La situación en que nos encontramos es responsabilidad
directa de la política de La Mella y Desde Bolívar: hace
meses vienen vendiéndonos "triunfos históricos"
(que dejan el poder en manos del Rectorado), desmovilizando
y rebajando cada vez más el programa para subordinarse a
los docentes, en vez de dar la pelea por el cogobierno del
colegio. La Caravana y Desde Bolívar, a contramano de toda
la última experiencia de los estudiantes secundarios y
universitarios, quienes para triunfar se afirmaron en sus
tomas de colegios y facultades negándose a someterse a las
extorsiones de las autoridades (como proponía La Mella),
entregaron toda la lucha a cambio de nada… y a eso lo
llamaron triunfo. Y ahora, absolutamente desorientados por
su política, “reprenden” a los estudiantes por no
“explotar de ira”.
Nadie puede pretender que los estudiantes "exploten
de ira" para que "El Barba" sea su rector. Un
"referente” de La Mella en secundarios, de manera
extraoficial, llega a reconocer en el foro del colegio que
"se encaró mal el conflicto planteándolo muchas veces
como una mera elección de autoridades, que ciertas cosas
(como la redacción del proyecto) se hicieron más por atrás
de lo que se debía, que no se le dio el impulso suficiente
a la lucha. Sobre la subordinación a los docentes creo que
ese fue un gran error"; La Mella atribuye estos errores
a "las agrupaciones", pero la culpable es ella
misma.
Diametralmente opuesta fue la política que sostuvimos
desde Tinta Roja: salir a luchar de forma independiente de
la gestión, para arrancarle al Consejo Superior el gobierno
efectivo del colegio en manos de los estudiantes, docentes y
no-docentes. No
medir nuestras acciones para quedar bien con los Feimann ni
C5N, ni respetar la legalidad de los de arriba, ni levantar
las medidas de lucha para mostrar "voluntad de diálogo".
Ahora proponemos al conjunto de los estudiantes del Nacional
organizarnos para rechazar cualquier rector que mande el
Consejo Superior, y organizarnos desde abajo para retomar la
lucha por la democratización del Nacional. Por otro lado,
queda pendiente a todos los que estuvimos dando la lucha política
por orientar el conflicto hacia la democratización, la
tarea de construir un Centro que salga a luchar
consecuentemente con estas perspectivas políticas.
• Ningún Rector
de Hallú
• Por la
democratización del CNBA
• Por el
cogobierno del Colegio con Consejos Directivos