El movimiento estudiantil viene de una
histórica pelea en los últimos meses. En el marco de la
lucha que emprendieron los secundarios, terciarios del IUNA,
y nuestros compañeros y compañeras de sociales, filo no se
quedó atrás y luego de una toma durante 31 días
ininterrumpidos y decenas de actividades en confluencia con
otros sectores, logramos
un primer triunfo: doblegamos a la gestión para que
reconozca el problema edilicio y se comprometa a avanzar en
resolverlo.
Esto ha ocurrido en una coyuntura muy particular del
país. Días después de haber arrancado nuestro triunfo en
filo, bandas fascistas de la burocracia sindical de la Unión
Ferroviaria asesinaron a un compañero estudiante, luchador,
Mariano Ferreyra, integrante del Partido Obrero. Los
estudiantes salimos inmediatamente a repudiar masivamente
este crimen exigiendo el castigo a los responsables.
Como si fuera poco, a este acontecimiento se le ha
venido a sumar en las últimas horas el fallecimiento de Néstor
Kirchner hecho que puede cambiar muchas de las coordenadas
políticas de la realidad nacional.
Por lo tanto, hay muchas cuestiones que
el activismo de filo y el Bloque debemos discutir de cara a
las próximas elecciones de centro de estudiante.
Un triunfo que nos compra una nueva lucha
Lo primero a destacar es precisamente el
hecho que se consiguió este primer
triunfo alrededor del punto del edificio. Creemos que
hay bastante claridad entre todos los compañeros que
estuvieron peleando, en que la resolución arrancada al
consejo directivo, es
solo un primer paso, y que con esta pelea, hemos ganado
también un “boleto” para otra pelea: la
construcción efectiva y bajo las condiciones de los
estudiantes, del nuevo edificio para todos y todas.
Sin dudas, Filo nunca estuvo sola sino
que formó parte de la rebelión estudiantil que llegó a
movilizar a mas de de 20 mil compañeros el 16 de septiembre
y que ahora se está demostrando imparable con las tomas de
Córdoba.
Específicamente, fueron la fortaleza
que demostró la toma, la masividad de las asambleas, la
profundización y extensión del debate, en parte en las
comisiones pero principalmente en la toma
misma, por parte de centenares
y centenares de nuevos activistas, los elementos que
permitieron la victoria. Junto a otro ítem muy importante: la inflexibilidad de las medidas de lucha. Creemos que se hizo una
experiencia profunda con el Consejo Directivo, en tanto órgano
de gobierno podridamente antidemocrático en el cual no había
nada que negociar. En todo caso, de lo que se trataba era de
ratificar allí, los compromisos arrancados con la lucha tal
cual ocurrió finalmente. Nuestra agrupación, el Ya Basta!,
fue justamente la que planteó esta posición, desde un
primer momento y que la sostuvo consecuentemente hasta que
se vio demostrada por los hechos.
Ahora es el momento de reflexionar y
sacar conclusiones sobre la enorme pelea que llevamos a
cabo. Dentro de un par de semanas se estarán realizando las
elecciones para centro y juntas. Este es entonces un momento
muy importante de la vida política del movimiento
estudiantil porque es dónde se debaten los programas y las
perspectivas con las que los estudiantes vamos a encarar
nuestras luchas. En ese sentido es importante procesar la
experiencia que venimos transitando, para extraer las
lecciones que nos dejan.
Hagamos
un plenario de El Bloque
Para discutir el balance de lo sucedido,
y las perspectivas del movimiento, consideramos fundamental
la inmediata realización de un plenario de El Bloque,
abierto a todo el activismo y a las corrientes luchadoras e
independientes que participaron del proceso.
Desde el Ya Basta! consideramos que El
Bloque no transitó sin contradicciones como frente a lo
largo del conflicto. De hecho una de las corrientes que
forman parte integrante de nuestro frente, Izquierda
Socialista, hizo frente político con La Mella durante todo
el conflicto, intentando depositar confianzas en los
antidemocráticos espacios institucionales de nuestra
facultad, planteando que hay que ir al consejo a negociar
desde la primera semana.
Desde el Ya basta! creemos que la
principal tarea que tenemos por delante es fortalecer
nuestro centro de estudiantes. Sumar a los cientos de compañeros
que salieron a pelear en el marco de la rebelión
estudiantil, para construir un centro de luchadores,
comprometido con la universidad pública y con los
trabajadores, un centro abierto a los estudiantes, desde
abajo, y realmente vivo de participación estudiantil. Para
esto es que entendemos que le primer paso es abrir nuestro
Bloque a esta inmensa experiencia que encarnan los
estudiantes que fueron protagonista de la toma de filo. Esto
se logrará sólo en la medida en que sumemos a cada compañero
y compañera activista, que le puso el cuerpo a la lucha por
la educación pública, de izquierda, que está con las
luchas obreras, a que participe y forme parte de nuestro
frente. Que tome en sus manos las herramientas de organización
que tenemos los estudiantes: el centro, con sus asambleas y
todos sus espacios, y que le imprima la fuerza, la rebeldía,
la combatividad con las que han salido a pelear por otra
educación.
Nuestros centros de estudiantes
combativos y nuestros frentes políticos progresivos, no
pueden salir sin modificaciones de una experiencia de lucha
tan impresionante e histórica como la que estuvimos
protagonizando. Y para ello tenemos que abrir nuestros
espacios de debate con el conjunto del activismo.
También tenemos que discutir como punto
prioritario la campaña por el castigo a los autores
materiales e intelectuales del asesinato del compañero
Mariano Ferreyra; campaña que ha adquirido, además, otra
dimensión en el marco creado por la muerte de Kirchner.
Esto con el objetivo de castigar a los culpables de su
asesinato, y también de barrer a la burocracia sindical que
es sostenida y es uno de los principales sostenes de este
gobierno.