La
opresión no es sólo iraní
¡No
al asesinato de Sakineh Mohammadi Ashtiani!
Agrupación
Las Rojas
Sakineh
Mohammadi Ashtiani es una mujer iraní de 43 años, madre de
dos hijos, está detenida en Irán desde el año 2005, tras
el asesinato de su marido. Sakineh fue condenada por ese
asesinato a la horca en el año 2006, y además, por tener
una relación con dos hombres, fue condenada a la lapidación.
Ya había recibido 99 latigazos por mantener esas relaciones
“ilícitas” para la ley iraní.
El
proceso de lapidación está descrito en los artículos del
Código Penal iraní. En primer lugar se entierra en un
agujero al condenado, “hasta la cintura” si es hombre y
“hasta por encima de los senos” en el caso de las
mujeres. Parece evidente que en el primer caso es más fácil
escapar, extremo que garantiza el perdón. Una más de las
discriminaciones hacia la mujer que tiene la ley iraní.
Después se le tiran piedras hasta ocasionar su muerte. Una
muerte atroz, inconcebible…
Sakineh es una de nosotras
Y
en estos días escuchamos muchas voces en defensa de Sakineh,
horrorizándose por su condena a la lapidación y pidiendo
por su vida, entre ellas las de EEUU y otras del mundo
occidental y cristiano, que aprovechan para atacar al mundo
islámico creando en la opinión pública la idea de que ese
mundo sería la barbarie y el mundo occidental, por el
contrario, sería el reino de la civilización. [2]
Por
un lado la crítica de EEUU se ubica en el contexto de
enfrentamiento con Irán y su intervención en Oriente Medio
por las reservas petroleras.
Por
otro, en Irán y en el mundo islámico ha habido en estos últimos
años movilizaciones de mujeres en reclamos de sus derechos
(ver SoB 185).
Las
voces occidentales y cristianas se alzan contra la lapidación
de Sakineh, pero nada dicen de la lucha de las mujeres en
medio oriente, de sus encarcelamientos por juntar firmas
contra las leyes patriarcales, nada hacen por ellas. No es sólo
cuestión, como hacen algunas ONGs, de promover la condena a
los países que tienen pena de muerte (aunque esté bien ya
que generalmente los que son ejecutados son en su mayoría
hombres, mujeres y menores provenientes de sectores
marginados, sin trabajo y de minorías étnicas). Shirin
Ebadi (abogada iraní, ex jueza, expulsada después de la
revolución islámica, trabaja gratis en defensa de mujeres
encarceladas por luchar) nos da algunas pistas para entender
la opresión de la mujer en Irán y a la vez poder verla
como la expresión nacional de una opresión que no tiene
fronteras y nos quiere a todas bajo su yugo. Dice en un
reportaje: “Hay dos factores que impiden que las mujeres
en los países musulmanes puedan dejar atrás el sistema
patriarcal. El primero, que todavía las mujeres no son lo
bastante fuertes para poder defenderse, y hasta que las
mujeres no adquieran independencia económica, se encuentran
en esa situación de debilidad. (…) el 65% de los
estudiantes universitarios son mujeres, (…) sin embargo
eso no se traslada al mercado de trabajo. (…) mientras no
sean independientes no podrán enfrentarse a la discriminación.
El segundo factor es el abuso de la religión, que siempre
se ha interpretado a favor de los hombres.” Y profundiza
“En Oriente en general, y en especial en el caso de Irán,
las leyes no apoyan a las mujeres ni los gobiernos hacen
nada por ayudarlas. Desde el punto de vista de las leyes y
el gobierno, lo único importante de la mujer es que trae niños
al mundo. La familia es más importante que las leyes que
deberían apoyar a la mujer.”
Y
esto es lo que pasa en todo el mundo capitalista patriarcal:
debemos cumplir con un papel principal en nuestras vidas,
trayendo hijos al mundo, criándolos, educándolos. Para
esto debemos en primer lugar olvidarnos de que somos
personas completas, y dejar todo los que querríamos ser o
hacer para ocuparnos de los demás, sean hijos o esposo,
alienando de esta manera nuestro ser y dedicándolo a los
otros. Y aunque muchas de nosotras podamos acceder a
desarrollar otras áreas de nuestras vidas, la mayoría de
las mujeres pobres y trabajadoras del mundo están
destinadas a ese único papel en sus vidas.
Las
mujeres iraníes es que son encarceladas, condenadas y
asesinadas de manera atroz, por resistirse a obedecer las
leyes que les impone el régimen patriarcal. Pero en todo el
mundo el feminicidio avanza como la expresión concreta y
brutal de un sistema que no quiere que seamos todos iguales.
Las mujeres iraníes luchan en medio de un régimen de
terror
Vivir
siendo mujer en Irán no es fácil, y oponerse al sistema es
mucho peor. Sin embargo Shirin Ebadi plantea que el
movimiento feminista es muy poderoso. “Ahora hemos
empezado una campaña para conseguir un millón de firmas de
iraníes en contra de las leyes que discriminan a la mujer.
El gobierno ha llevado ante los tribunales a casi medio
centenar de voluntarias, hay varias condenadas a largos años
de cárcel. (…) Por cada mujer que detienen, llegan diez a
sustituirla.”
En
Argentina la ley que más nos discrimina y obliga a morir a
cientos de mujeres es la prohibición del aborto. Nuestra
lucha en este momento es lograr el aborto legal, seguro y
gratuito. Juguémonos como las iraníes, salgamos a las
calles, hagamos sentir nuestra voz.
Notas:
1.-Ver
periódico Socialismo y Barbarie nº185.p.12
2.-
Islamofobia: “bajo la cobertura de la crítica a la religión,
se estigmatiza a toda una comunidad, reenviada a su
identidad musulmana que sería ‘natural’, ‘biológica’(…)convierte
sus convicciones y percepciones en evidencia irrecusable”
I.C.Bernal, SoB revista nº17-18
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