Socialismo o Barbarie, periódico Nº 191, 10/12/10
 

 

 

 

 

 

Luego de la audiencia pública en el Congreso por la legalización del aborto

Continúa vigente el pacto femicida Kristina-Ratzinger

Agrupación Las Rojas

El presidente de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, Juan Carlos Vega, había anunciado meses atrás que en noviembre se comenzarían a tratar en esa comisión los proyectos de ley sobre aborto que están pendientes. Recordemos que el proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto fue presentado hace años, prescribió por falta de tratamiento y fue presentado nuevamente. Recordemos también que la reglamentación de los abortos no punibles fue vetada por la Presidenta luego de haber sido enviada a los hospitales por el Ministerio de Salud.

Las declaraciones de Vega hacían pensar que, por fin, los proyectos en danza comenzarían a analizarse formalmente en el Parlamento. Pero lo que hubo el 30/11 fue una audiencia con Marianne Mollman, experta de Human Right Watch, la ONG Internacional autora de varios lapidarios informes sobre los derechos reproductivos en la Argentina.

Los datos y razones de Mollman a favor del aborto legal (no vamos a reproducirlos porque ya fueron publicados en los diarios) son los mismos que las agrupaciones de mujeres venimos difundiendo desde hace años y que el gobierno y todos los que estaban en esa audiencia conocen perfectamente.

Las Rojas nos movilizamos al Congreso, donde hubo que enfrentar a la patota de la Iglesia, la misma (con los mismos integrantes) que nos atacó en Paraná, que en sus provocaciones llegaron al punto de cortar el cable del sonido con que nos estábamos expresando. Fuimos a la audiencia como vamos a cualquier lado donde se pueda avanzar un milímetro en esta pelea, pero la cosa es que el tratamiento efectivo de los proyectos se ha postergado nuevamente: Vega dijo que será el cuarto tema de la agenda de la comisión del año próximo, aunque aclaró que antes de abocarse al análisis de los proyectos se harán jornadas como la de ayer, con invitaciones a especialistas “para escuchar todas las posiciones”. El hecho de que el próximo sea un año electoral podría demorar hasta 2012 el tratamiento en el recinto.

La Campaña Nacional, autora del proyecto, se mostró conforme con esta postergación, porque no quieren “provocar una definición del gobierno antes de 2011, ya que al estar por medio las elecciones ésta podría ser negativa”. Invocan como ejemplo lo sucedido en Brasil, donde la candidata lulista tuvo que pronunciarse en contra del aborto presionada por las sectas religiosas.

No nos sorprende: ya en el Encuentro Nacional de Mujeres vimos a la Campaña actuando en acuerdo con el PCR para que no saliera de allí ninguna movilización nacional por el derecho al aborto. Proclamaron el éxito de su método de “cabildeo” (así lo llaman ellas mismas), por el que ya tenían la firma de 50 diputados a favor. Y escuchamos los susurros pasillescos de las militantes K, prometiendo que si dejamos a Cristina llegar a las elecciones sin hacer olas, después del 2011 el kirchnerismo va a impulsar la legalización.

Estos “razonamientos” tienen varios problemas. Primero, la situación en Argentina no tiene nada, pero nada que ver con la de Brasil, donde los evangélicos son una potencia todo terreno. En nuestro país, las iglesias acaban de recibir una paliza con el matrimonio igualitario, sobre todo con el repudio que la población expresó ante su campaña y la alegría general ante la derrota del fascismo pedófilo. Además, todas las encuestas indican un creciente apoyo de la población a la legalización del aborto. El gobierno argentino no quiere romper con la Iglesia porque la necesita como herramienta de disciplinamiento social, y no quiere otorgar derechos a las mujeres porque las necesita fuera del mercado laboral, fuera de la educación y viviendo de la asignación universal por hijo. Como representante cada vez más “normal” de la clase capitalista, el gobierno de Cristina se hace cargo de las razones económicas y políticas que impiden al capitalismo colonial y atrasado de la Argentina rescatar a las mujeres de la violencia y la degradación en la que viven. Esa es la cuestión.

Nuevos números del pacto femicida

Cada día nacen en el país 314 bebés de madres adolescentes: nueve de ellos en la Capital; 102, en la provincia de Buenos Aires; 14, en el Chaco; otros 15, en Misiones, y 7, en Formosa, entre otros. Hoy, el 15,4 por ciento de los bebés que nacen en el país son hijos de madres adolescentes. En 2003 era del 13,6%. Pero no sólo crecen los porcentajes, sino también los números absolutos: el año pasado nacieron 16.155 más bebés de madres adolescentes que en 2002.

El año pasado, unas 3.000 chicas de menos de 15 años se convirtieron en madres y casi 10.000 adolescentes fueron atendidas en hospitales públicos por complicaciones después de un aborto.

Los números cobran aún más relevancia si se toma en cuenta que hace una década la Argentina se comprometió ante organismos internacionales a bajar los índices de embarazo adolescente, como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

"Este es el objetivo menos logrado en la Argentina y es evidente que no constituye una prioridad política del gobierno", señala un informe que elaboró Mabel Bianco, directora de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer. Para alcanzar este objetivo era necesario reducir la mortalidad materna, algo que tampoco ocurrió. En 1998, las adolescentes que fallecieron tras un aborto representaban el 8,1% de las muertes maternas. En 2008, pasaron a ser el 18,6%, según cifras del Ministerio de Salud de la Nación. (La Nación, 5/12/2010)

Esta es la verdadera situación de las mujeres pobres, sobre todo la de esa juventud que hace lagrimear de contenta a Cristina en cada discurso que da, las mujeres que el gobierno dice proteger con la Asignación Universal por Hijo.

Comparemos ese subsidio con lo que se llevan los curas, cómplices de la dictadura, torturadores y abusadores de niños:

-Remesas de dinero a la Conferencia Episcopal Argentina

a) Sostenimiento del clero argentino: Es una cápita de 336 pesos por seminarista, en base a cifras que proporcionan las respectivas jurisdicciones eclesiásticas.

b) Asignaciones para los obispos diocesanos y auxiliares: Corresponden $ 7.287,13 a aquéllos y $ 6.376,24 a éstos.

c) Asignaciones de $ 470,40 por párroco de frontera.

d) Asignaciones mensuales y vitalicias de $ 530 a un grupo particular (mínimo) de sacerdotes seculares.

e) Asignaciones mensuales y vitalicias a obispos retirados, que oscilan entre $ 5.465,35 y $ 6.376,24. (Programa de registro y sostenimiento de Cultos del Presupuesto Nacional)

La legislación prevé el beneficio para quienes se alejan por razones de edad. Pero accede a esa mesada Edgardo Storni, por ejemplo, que no se retiró por viejo sino en medio de un escándalo de proporciones, acusado de abusos sexuales y malversación de fondos. Afronta juicios penales por esas causas.

Pero en verdad, estos “suelditos” que todos les pagamos a los obispos hasta que se mueren son monedas al lado de lo que se lleva la Iglesia a través del subsidio estatal a las escuelas religiosas: la aproximación más confiable indica que el sistema privado consume el 13,5 por ciento de todos los recursos estatales para educación, que en 2006 ascendieron a 24.500 millones de pesos, y la confesional más de la mitad de ese monto, el 7,5 por ciento del total, es decir 1.837 millones de pesos.

El gobierno K no ha tocado uno solo de los privilegios de los curas. No ha movido un dedo para terminar con la rémora feudal que es tener un Estado atado a la Iglesia. No es una “víctima” más de la Iglesia, como parece creer la Campaña Verde, sino un aliado de la Iglesia y de la burguesía más conservadora en la necesidad de mantener intacto el modo de explotación atrasado del país, que carga sobre las espaldas de la familia (o sea de las mujeres) las consecuencias de la descomposición social y la superexplotación.

Para legalizar el aborto hay que pelear contra el gobierno

Frente a esta realidad quedan dos caminos: uno, atiborrarse con los caramelos de seissieteocholandia para aturdir convenientemente la conciencia, como han decidido hacer, por ejemplo, las Lesbianas y Feministas por la Legalización del aborto (las promotoras del misoprostol), que en estos días nos han regalado los ojos escribiendo el siguiente razonamiento: la senadora evangelista Hotton, que se opone a votar el presupuesto K, está contra la legalización del aborto; o sea, los que están contra el aborto legal son los que están contra Cristina; conclusión: los que estamos por el aborto legal tenemos que apoyar a Cristina.

El camino para conseguir el aborto legal es construir un movimiento de mujeres de lucha, independiente del gobierno y los patrones, aliado de los trabajadores, los estudiantes y el pueblo pobre, para luchar en las calles por el aborto legal, devolverles su cuerpo a las mujeres y frenar esta barbarie.