Finalmente,
el miércoles 15 de diciembre la Legislatura de la Provincia
de Córdoba votó la nueva Ley de Educación Provincial que
permite la intromisión de la enseñanza religiosa en la
educación pública y que garantiza la continuidad de una
política educativa al servicio de las grandes patronales.
La
ley aprobada que se votó fue discutida y consensuada entre
los distintos sectores religiosos, empresarios, la dirección
del sindicato docente de la Provincia (UEPC) junto con
representantes de instituciones escolares y universitarias
privadas, como así también la Universidad Nacional de Córdoba,
quedando ausente del debate de la ley, tanto los
estudiantes, como la mayoría del conjunto del sistema
educativo.
Ya
desde que era anteproyecto, lo que se votó era rechazado de
pleno por miles de estudiantes y muchos docentes, por
ejemplo, gran parte de las tomas masivas de colegios
secundarios y la Universidad tenían como una reivindicación
central del estudiantado la derogación del anteproyecto.
También
durante ese período, se realizaron movilizaciones masivas,
muchas de las cuales rondaron las diez mil personas, y el día
de la votación, a pesar del momento del año en el cual
muchos estudiantes ya no se quedan en la ciudad, más de mil
estábamos movilizándonos contra la sanción.
Ya
desde la noche anterior se anunciaba la represión
Más
de 100 estudiantes nucleados en la Interestudiantil que
realizaban una vigilia frente a la Legislatura fueron
cercados por la policía, cuando la fuerzas represivas
realizaron el vallado para que la marcha del 15 no llegue a
la Legislatura. Los compañeros quedaron aislados en medio
del cordón policial siendo víctimas de la prepotencia
policial, que cada tanto amedrentaba a los compañeros ahí
presentes.
Durante
todo el día de la votación la Legislatura estuvo prácticamente
blindada y había policías por todos lados, tanto dentro
como fuera del vallado.
Una
vez que los compañeros que habían quedado encerrados
salieron, se comenzó a discutir qué hacer ese día. Se
hicieron acciones simbólicas, como fue la aparición de una
catapulta gigante, pero también el estudiantado demostró
que no se quedaría de brazos cruzados frente a la sanción
de la ley.
En
ese momento se realizó una asamblea que decidió avanzar
con la intención de ingresar a donde estaban por votar la
nefasta ley.
No
obstante, ni bien se llegó al vallado, los estudiantes
fuimos encerrados por la policía, que salía desde todos
lados con la intención de detener compañeros sea como
fuere. De hecho, policías de civil hacían caer estudiantes
para que la infantería los lleve presos. La decisión política
del gobierno provincial era garantizar la votación, con
cualquier costo y fuera lo que fuera lo que los estudiantes
hiciéramos, la policía estaba dispuesta a reprimir y por
eso se llevaron compañeras y compañeros detenidos arrastrándolos
de los pelos.
Una
inmensa solidaridad tras la represión
En
sentimiento democrático tras la represión policial fue
enorme. Una vez conocido que los 13 detenidos estaban en
Encausados se realizó una muy importante movilización para
pedir por su liberación, cosa que finalmente ocurrió, ya
que se les imputó una contravención y no una causa
judicial. No obstante, varios de los compañeros detenidos
tuvieron que ir al hospital a constatar las heridas
ocasionadas por la represión.
Entre
los críticos a la represión del gobierno de Schiaretti,
figura el Gobierno nacional, a través de su Jefe de
Ministros (que fue al único que se le escuchó decir algo),
Aníbal Fernández.
Esta
crítica a la represión suena muy especulativa, ya que el
Frente para la Victoria, junto con todo el arco kirchnerista
(como el PC y la dirigente de la UEPC Carmen Nebreda)
votaron a favor de la ley en medio de la represión y nada
critican de su contenido, ya que sostienen que es mejor que
la anterior.
Los
sectores kirchneristas que criticaron la ley lo hicieron
simplemente en el aspecto formal de sostener que el problema
de ésta es que no fue debidamente discutida por el conjunto
de la sociedad. Esto
demuestra que no les importaba tanto el debate político de
fondo, porque con su voto en el momento de la represión
automáticamente la avalan, no la cuestionan.
De
la misma forma, otros sectores defensores de la política al
gobierno nacional que están dentro del gobierno de la
Universidad tampoco criticaron la ley, aunque condenaron la
represión. Este hecho pone al desnudo que la decisión de
la Universidad de retirar el aval a la ley fue una conquista
de los estudiantes cuando ocupamos el Consejo y eso provocó
el cambio de posición con respecto al tema. Lo cierto es
que la conducción de la Universidad no repudió la sanción
de la nueva legislación educativa.
Finalmente
vale destacar que la represión no logró quitar la bronca a
los estudiantes que nos nucleamos en la Interestudiantil y
que a los dos días de la brutal represión, más de 150
personas nos volvimos a reunir para discutir de qué forma
seguir trabajando para que la ley no se implemente, e
impulsar la lucha por la anulación de la misma.
Esto
marca que a pesar de lo sucedido el 15, la represión no nos
desarmó, y la gran cantidad de gente que se reunió en la
Interestudiantil muestra la fuerza interna que hay en el
estudiantado en esta pelea.
Desde
el Nuevo MAS creemos que es importante mantener este espacio
de organización y ver la forma en la que seguimos
trabajando para que cuando empiece el año lectivo volvamos
a las movilizaciones de miles que supimos hacer para tirar
abajo esta nefasta ley.
Reportaje
a Cristian, detenido durante la represión
“El
movimiento estudiantil cordobés
pudo unirse en una lucha”
SoB
entrevistó a Cristián, estudiante de Filosofía, uno de
los detenidos durante la brutal represión policial que
garantizó que se vote la nueva Ley de Educación
provincial. Es parte también de ese grupo de jóvenes que
se movilizan por primera vez a lo largo de este proceso, en
el cual el estudiantado cordobés se puso de pie después de
la lucha del 2005.
SoB:
¿Qué pensás de la represión sufrida el 15/12 y que haría falta de
ahora en más para el movimiento estudiantil de conjunto?
C.:
La
represión policial que sufrimos los estudiantes en la
Legislatura me parece lamentable. La policía no tenia la
voluntad de inmovilizar a los detenidos sino de derribarlos
y golpearlos. Había pibes de 16 años entre los maltrechos
estudiantes que terminaron detenidos en la UCA
Por
otro lado, me parece que debemos aprender de estas cosas y
no tomarlas como necesarias ante situaciones como la
inminente aprobación de la ley. Tirarle piedras a la policía
no tiene nada que ver con el motivo que nos reunió ese día
frente a la Legislatura; pero volver a nuestras casas con el
gusto amargo de no haber hecho “todo lo posible”,
incluso lo irracional, para evitar la aprobación de la ley,
era la opción más cobarde y contradictoria al espíritu de
la movilización.
SoB:
Contános un poco cuál es tu balance acerca del proceso de
Filo y qué perspectivas ves para el año que viene.
C.:
El
balance me parece positivo y a la vez negativo. Positivo en
tanto el movimiento estudiantil cordobés pudo unirse en una
lucha, con objetivos que lamentablemente nunca fueron del
todo entendidos políticamente y compartidos desde un solo
bloque que nos conjugara a todos.
Me
parece, y desde un punto de vista finalista, que los
objetivos propuestos desde las tomas, en la Facultad de
Filosofía y Humanidades, se cumplieron de forma
extremadamente precaria, sin mencionar que el último miércoles
nos aprobaron la 8113 en la cara y encima nos apalearon.
El
próximo martes nos aumentan el cospel y nosotros de
asamblea en asamblea. Mis expectativas para el año que
viene son de una mayor unidad en base a un contenido político
claro y compartido. Con puro voluntarismo sólo ganamos
palos.
SoB:
¿Cómo viste las actitudes del Rectorado en la Universidad
y de la Legislatura durante el proceso?
C.:
En
principio estamos hablando de dos instituciones diferentes y
establecer una analogía ideológica entre ambas me parece
algo forzado. Sin embargo es común al Poder Legislativo y a
la gestión en la Universidad, la marcada indiferencia hacia
la acción popular, nuestros medios de lucha. Muchos de
nosotros creemos que la democracia no se agota en las
instituciones u organismos representativos, sino que se debe
expresar en la participación ciudadana y estudiantil.
Las
tomas en Filo al menos lograron que se nos reconociera como
una asamblea estudiantil, al “margen” de nuestro centro
de estudiantes. Este último no refleja desde su “estática”
representativa e institucional la dinámica activa de muchos
de nuestros compañeros en lucha.
Con respecto a la
aprobación de la 8113, me parece que con suspender el
estallido social ante la inminente aprobación de la ley, sólo
nos debilitó más en número y en fuerza.