El viernes 14 de enero la seccional San
Fernando del SUTNA y el cuerpo de delegados de FATE
convocaron a una reunión para informar sobre el estado del
juicio contra Ottoboni y comenzar a organizar una campaña
para impedir su eventual despido. Estuvieron presentes
Perillo, secretario de Organización de la CTA Micheli, la
Interna del Garrahan, de Kraft, de Pepsico, del Frigorífico
Rioplatense, entre otros, además del Nuevo MAS, el PO, el
PTS. Presentamos esta nota donde Jorge “Chupete” Ayala
nos cuenta la historia de los ataque antiobreros de la
empresa y analiza su significado.
FATE: la política del apriete
permanente
Desde el año 2007 en que asumió la nueva conducción de la Marrón, la
empresa FATE no dejó de atacar a la organización sindical
de San Fernando, como tampoco dejó de presionar a los
trabajadores dentro de la fábrica. Desde Madanes pasando
por todos los gerentes, jefes y líderes, hay tolerancia cero en cuanto al reclamo de los trabajadores. Esto
se refleja día a día, en cuestiones simples o en
cuestiones extraordinarias como son las negociaciones
paritarias salariales, o del convenio colectivo. FATE
despliega la política
del apriete permanente. En otros tiempos, con la
conducción sindical pro-patronal de la Bordó, funcionaba a
la perfección, ya que los delegados y la seccional eran el
primer engranaje de esa máquina de meter miedo y
disciplinar trabajadores. Está de más aclarar que desde la
conducción del gremio (Lista Violeta) se dejó correr esta
situación.
Ese autoritarismo en parte ha desaparecido desde la llegada de la Marrón.
Este cuerpo de delgados y la Seccional enfrentan la política
dictatorial de FATE, plantamos bandera por los
derechos y reclamos de los trabajadores, y combatimos con un
sentido de clase cualquier atropello de la patronal.
Pero este enfrentamiento no sale gratis. Cuestionar la “autoridad de la patronal” se refleja en un sinfín de
represalias que se traducen en atropellos y abusos contra
los trabajadores, y persecusiones, y ataques dentro y fuera
de la fábrica contra la organización gremial. Desde
los juicios penales y laborales hasta descontarnos cientos y
hasta miles de pesos por quincena por realizar nuestra tarea
como delegados.
FATE: líder en discriminación
y práctica antisindical
En el 2008, durante la pelea por aumento de salario, la patronal de FATE
despidió a 67 compañeros y comenzó la judicializacion de
toda la Seccional y el Cuerpo de Delegados con el fin de
quitarle los fueros gremiales para despedirlos o
sancionarlos, porque para esta patronal, la “fábrica ideal” es la que no tiene activistas y delegados
luchadores, como fue en la época del “Pollo”
Piezcara y la Bordó.
De los despedidos del 2008, 14 compañeros se quedaron firmes peleando
por su reinstalación en el puesto de trabajo ya que su único
“delito” fue ejercer el derecho de peticionar y luchar.
Acompañados por la Seccional, el Cuerpo de Delegados y la
base de la fábrica, ya reingresaron 6 compañeros (ver
aparte) y hay cuatro fallos más favorables, donde en todos
los casos se demuestra que la empresa actuó discriminatoriamente.
Además, hay en curso varias causas por práctica antisindical, por
descuentos indebidos, por impedir ejercer su función de
delegado de sector en otro turno que no sea el propio, etc.
La empresa ya perdió varios juicios por desafuero para
despedir y ganó 2 que permitían suspensiones de un par de
días contra los delegados Pedro Sosa y Marcelo Gallardo.
Hoy estamos a la espera de la decisión del Juzgado Nº 1 de San Isidro
por el juicio que FATE le ha iniciado a nuestro compañero
delegado Víctor Ottoboni, para quitarle los fueros y de
esta manera concretar el ataque despidiendo al compañero e
intentar desmembrar el Cuerpo de Delegados y la Seccional
San Fernando.
Más derechos (inhumanos)… y
más milicos
El juicio a Víctor y su próximo fallo están enmarcados en una
coyuntura nacional donde el gobierno se está corriendo
hacia la derecha y tomando un cariz más represivo. Cristina
Kirchner está dando respuesta al pedido de poner
“orden” que hace el conjunto de la patronal nacional e
imperialista y pretende pararse como garante del mismo.
Las hechos no dejan margen de duda: el asesinato del compañero Mariano
Ferreyra a manos de la burocracia de UF, socia y protegida
del gobierno de Kristina, el asesinato de los hermanos
inmigrantes en el Indoamericano a manos de la Federal y la
Metropolitana, el asesinato de los hermanos aborígenes de
la comunidad qom a manos de la policía formoseña del
kirchnerista Gildo Insfrán.
Hay que agregar a esto la intimidación que pretenden generar con
el despliegue de 6.000 gendarmes adicionales, que se suman a
los 3.000 que ya estaban en la calle, más los 50.000
efectivos de la Provincial, a lo que hay que sumarle los 40.000
de la Federal y los 6.000 de la Metropolitana. La suma de
estas fuerzas represivas (105.000 efectivos) del Estado será
puesta al servicio de contener los reclamos sociales,
mediante la “disuasión” o directamente a los palos en
las oportunidades que puedan hacerlo (lo que dependerá de
la masividad de las acciones y las relaciones de fuerza
concretas en cada caso).
Si bien el gobierno reprimió en el pasado (ejemplos claros de esto son
el conflicto del 2008 en FATE donde militarizó la planta, o
en el 2009 la represión adentro de Kraft), lo que estamos
presenciando es un intento de “reforzar” la vía
represiva y una política orientada a responder con más
dureza y menos concesiones económicas a los sectores
sociales oprimidos.
Ahora… más (in)Justicia y
ataque a la vanguardia luchadora
La otra novedad es que el gobierno
ha
dado rienda suelta a los fiscales y a los jueces para
perseguir a los que luchan. Esto tampoco es nuevo, como lo
muestran los más de 6.000 procesados y encarcelados por
luchar; pero ha pegado un salto.
El juez federal de Quilmes, Luís Armella, caratuló como “intimidación”
al Ministerio de Trabajo y a la empresa UGOFE la acción de
cortar las vías por parte de los tercerizados. Por la
tanto, no sería un conflicto sindical y colectivo sino una
causa penal donde les caben penas de cárcel. La acusación
a los compañeros militantes del Partido Obrero, su
posterior privación de la libertad, y el procesamiento, es
un salto en la judicialización de la protesta.
Es en este marco que dictará sentencia, una vez terminada la feria
judicial, el Juzgado laboral Nº 1 de San Isidro en el caso
FATE contra Víctor Ottoboni por el quite de tutela
sindical.
No es el ataque aislado a un delegado de una seccional independiente y
clasista; no es el ataque aislado a una organización
sindical con delegados militantes y revolucionarios; lo que
se ve y se siente, es el intento de un ataque más
directo, con escalas de mayor proporción, a la vanguardia
luchadora y los activistas de todos los sectores:
despedir a un delegado por luchar cuestiona el elemental
derecho democrático a que los trabajadores elijan
libremente a sus representantes.
Cómo respondemos…
Desde la Seccional y el Cuerpo de Delegados estamos preparando toda una
serie de actividades que van desde sacar solicitadas, pegar
afiches, conseguir la adhesión y el apoyo de la CTA
Michelli, la CTA Yasky, la CGT, sindicatos y comisiones
internas independientes, firmas de personalidades y
marchar el 1º de febrero para pedir una entrevista con los
jueces. Es
decir: toda una serie de acciones que vayan en el sentido de
mostrar a la Justicia lo que está en juego y generar un
hecho político.
Pero comprendemos la magnitud del ataque patronal. Por lo tanto, si se
llega concretar el despido de Víctor, la respuesta obrera
deberá estar a la altura de esa circunstancia, en escala
proporcional al ataque. La respuesta al despido de un
delegado de la organización gremial del SUTNA, debe ser
respondida por un paro total de la producción, en FATE y en
todo el gremio.
El oficialismo (la Violeta) del gremio, no puede ni debe mirar para otro
lado. Hay que exigirle al secretario general Pedro
Wasiejko que no se haga el distraído en el caso que
la Justicia y la patronal pretendan concretar el desafuero y
despido del compañero, lo que configurará un ataque a
todos los trabajadores del Neumático y al gremio como tal. En
ese caso, deberá decretar la inmediata paralización de
todo el gremio, y, si no lo hace, habrá que esforzarse para
imponérselo desde abajo.
El ataque de la patronal se dirige no solamente a un individuo; muy por
el contrario, se
dirige al colectivo de una organización y sus métodos de
autodeterminación. Se dirige en concreto contra el
conjunto de los trabajadores y sus formas de decidir democráticamente,
y no hablo para nada del famoso “plebiscito”,
sino
de la Asamblea libre y democrática. La Seccional y el
Cuerpo de Delegados iremos a hablar con el secretario
general y con las bases de todo el gremio para dar una
respuesta a la altura de las circunstancias.
Pero en el contexto nacional que venimos analizando, la respuesta también
debe ser dada con otras organizaciones sindicales, sociales,
políticas y de DD.HH., y todos los sectores que comprendan
que este ataque es un ataque a la clase obrera. La
vanguardia luchadora tendrá que unificarse para dar una
repuesta de conjunto.
Todos a los Tribunales de San
Isidro. Nos encontramos el 1° de febrero a las 8 hs. en
Centenario y Márquez.