Un
testigo de identidad reservada realizó una denuncia sobre
el lugar donde estaría el cuerpo de Jorge J. López.
Denuncias similares fueron realizadas durante los primeros
meses de su desaparición, que ya lleva más de cuatro años.
Las excavaciones realizadas en su momento no dieron
resultado alguno.
Pero
las declaraciones y las pruebas que fueron aportadas al
expediente por testigos y querellantes sí dieron pistas
concretas sobre dónde centrar la investigación para
encontrar a los culpables de su secuestro.
“A
principios de 2007, la pesquisa se centró en ex policías
bonaerenses y cobró fuerza la hipótesis de que el
secuestro y desaparición de López era una venganza en su
contra por haber atestiguado contra Etchecolatz, jefe de
Investigaciones de esa fuerza durante la dictadura militar.
También
se avanzó sobre el entorno del ex policía y se
investigaron sus contactos desde la cárcel. Esa línea de
investigación no produjo resultados. La participación de
la bonaerense en la pesquisa fue cuestionada por la defensa
de López desde el primer día, justamente por esta posible
vinculación de ex policías con el caso.” (La Nación
2/2/11)
Esa
línea de investigación “no produjo resultados” porque
fue abandonada –como denuncian sus abogados
querellantes– y quedó paralizada la causa. El centro de
la investigación no es encontrar su cuerpo (aunque lógicamente
aportará datos y es muy importante para su familia), sino
encontrar a los culpables. Y los culpables están amparados
no sólo por las fuerzas policiales de la Bonaerense, sino
por las otras fuerzas represivas y los poderes judicial y
político, que han “congelado” los caminos que conducían
hacia los responsables de su crimen.
Que
ésta no sea una nueva maniobra de distracción que
interfiera en la real investigación de la desaparición de
Jorge J. López y una cortina de humo que tape la consecución
del juicio a los asesinos de Mariano Ferreyra.
Por
eso esta nueva denuncia, para que sea efectiva y sirva para
ir hacia la resolución de la causa y lograr el juicio y
castigo, debe servir para impulsar la investigación de las
pistas que existen sobre sus captores.