Los
revolucionarios sabemos que la memoria histórica es un
campo de batalla, un campo al que no es ajeno la lucha de
clases. Con el actual gobierno kirchnerista lo hemos vivido
en tanto ha intentado apoderarse de las banderas históricas
de los derechos humanos para lavarle la cara al capitalismo
“progre”. Así, por ejemplo, para “la historia oficial
de la democracia” (que se opone a la “oficial” contada
por la dictadura), la única resistencia y oposición a la
dictadura militar fueron las Madres de Plaza de Mayo, cosa
que sólo es cierta en parte, ya que el movimiento obrero
presentó batalla con movilizaciones y paros para exigir la
aparición de los detenidos y la reincorporación de los
activistas despedidos en las fábricas luego de marzo del
76. Otra de las operatorias tiene que ver con silenciar a
los oprimidos y explotados excluyéndolos de aquellos
procesos de la historia de los que han sido protagonistas.
Las minorías sexuales no han sido ajenas a esta manipulación
sobre su propia experiencia histórica. Por eso en este
sentido, queremos reivindicar a los más de 400 detenidas/os
desaparecidas/os gays, lesbianas, bisexuales y trans que
formaron parte de nuestros 30.000 desaparecidos. Muchos de
ellos, a raíz de la homofobia imperante muchas veces aún dentro de sus propias
organizaciones revolucionarias, mantenían en secreto su
condición.
Los compañeros, como la mayoría de las mujeres
detenidas, fueron blanco de la represión más salvaje y
cruenta por parte de los milicos genocidas, al igual que los
nazis en los campos de exterminio, la mayoría de ellos
violados y torturados con particular saña. Ya en el retorno
de la democracia a la hora de elaborar el informe de la
CONADEP “Nunca más”,
estos testimonios ya se conocían, pero por presiones
de la Iglesia Católica no se incluyeron en el informe
sobre la desaparición de personas. Este dato fue revelado años
después por el rabino Marshall Meyer a Carlos Jáuregui
(dirigente de la CHA).
Desde
la Agrupación de minorías sexuales Carne Clasista, a 35 años
del golpe, queremos homenajear a nuestros compañeros
detenidos-desaparecidos que fueron parte de quienes lucharon
por la revolución y el socialismo de la mejor manera:
continuando su lucha por la liberación de las minorías
sexuales y las mujeres y por el socialismo, llevando también
las banderas del movimiento lgbt a la Plaza de Mayo este 24
de marzo.