Socialismo o Barbarie, periódico Nº 198, 01/04/11

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Llamado al PO, el PTS e IS

Hace falta una campaña común
contra el intento de proscripción K

En los últimos días comenzaron a realizarse reuniones entre el PO, el PTS, IS y nuestro partido para intercambiar ideas para las próximas elecciones. La iniciativa corrió por cuenta de nuestro partido que a propósito de la convocatoria electoral de Macri para la Capital planteó la urgencia de realizar una reunión para comenzar a discutir la posibilidad de enfrentar el proceso electoral mediante un Frente Clasista entre nuestras organizaciones.

La realidad es que, de conjunto, las elecciones vienen muy complejas para la izquierda, sobre todo producto de que está en marcha la aplicación de la proscriptiva ley electoral K. El hecho es que, al momento, la única organización que tiene legalidad nacional es el PO. Sin embargo, siquiera el propio PO tiene sus legalidades aseguradas en los distritos más importantes; al mismo tiempo, entre las cuatro organizaciones se completa un verdadero "rompecabezas" de legalidades donde ninguna puede decir tener la "llave" para superar la proscripción.

Está claro, además, que las dificultades se agigantan cuando se trata de las internas abiertas a realizarse el 14 de agosto y para las cuales funciona el criterio excluyente de los 350.000 votantes para pasar a la presidencial (un hecho "increíble" es que las internas todavía no están reglamentadas...).

En estas condiciones, desde el Nuevo MAS opinamos lo siguiente. En primer lugar, no hay como pensar en la posibilidad de dar una respuesta de independencia de clase a las elecciones sino se parte de una campaña de denuncia pública y clara contra los intentos proscriptivos. Es que como nunca desde 1983 peligra la presentación electoral de la izquierda y sería una aberración que la propia izquierda no encabezara esta campaña, que en el fondo, no es otra cosa que la defensa de los derechos políticos de un amplio sector de la vanguardia obrera y estudiantil independiente.

Buscar la legalidad de cada partido por su lado (lo que es un derecho y una obligación por así decirlo) desligado de una firme campaña de denuncia política de esta realidad antidemocrática de la democracia patronal bajo los K, sería un gravísimo error de adaptación a las reglas de juego existentes que buscan consagrar al bipartidismo e invisibilizar a la izquierda clasista que es la que se está expresando en el proceso de recomposición de la vanguardia obrera.

Pero hoy otra cuestión: una de dos, o se enfrenta el intento proscriptivo en su conjunto, o lo que se desata es una guerra de todos contra todos donde en vez de buscar derrotar el régimen –que es el que está tratando de impedir la participación de la izquierda– se intenta sacar alguna ventaja a expensas del resto de las corriente de izquierda en función de las legalidades que tendría cada uno.

Desde el Nuevo MAS proponemos otro método: creemos que el conjunto de las legalidades que poseemos (nacionales, federales, provinciales y municipales) debemos ponerlas a disposición de la construcción del Frente Clasista como tal, poniéndolo en pie como hecho político independientemente de las legalidades que tenga cada uno de los partidos.

Estas últimas tendrán su peso, obviamente, a la hora de precisar las proporciones en el frente que constituyamos. Pero no pueden ser condición para una salida de tipo sectaria donde de no constituirse la unidad entre las cuatro corrientes que estamos en conversaciones, las posibilidades de superar el escollo proscriptivo sólo disminuirán exponencialmente.

Así las cosas, llamamos al PO, el PTS e IS a continuar los debates que hemos comenzado resolviendo a la brevedad una campaña en común contra la proscripción y estableciendo un criterio principista respecto de las legalidades que eviten desatar una guerra de todos contra todos cuyo efecto sólo podrá ser impedir un frente de la izquierda independiente y luchadora que pelee en octubre por la independencia de clase.