Pilkington: Basta
de persecución a los activistas
Reincorporación
ya de Ronal
El 17 de marzo la empresa llamó, durante su jornada laboral, al compañero
Ronal Farías a la oficina de personal y le informó que
estaba despedido sin causa y que la liquidación final
estaba a su disposición. El compañero rechaza el despido y
se “autoacuartela” en un sector, muchos compañeros se
acercan y le
dan la solidaridad. El compañero permanece en esa situación
hasta el lunes 21. Presentamos partes del volante que
repartieron los compañeros de la Zona Norte llamando a la
lucha.
La
patronal viene recomponiéndose desde el conflicto del 2009,
cuando perdió por puntos y quedó golpeada. A partir de ahí
se amoldó a la nueva relación de fuerzas y empezó a
“operar” para poner las cosas a su favor. Logró que la
interna no convocara a ninguna asamblea, hizo entrar a los
del sindicato, fue aumentando los ritmos de producción,
hasta que finalmente dio el zarpazo y despidió al compañero
Ronal.
El
despido del compañero no es sólo contra él: es
un ataque a toda la fábrica. La patronal está diciendo
en su idioma “no jodan”. A nadie se le escapa que se
vienen las paritarias y la empresa quiere condicionar esa
discusión a su favor. Para los trabajadores el despido
es una medida ejemplificadora: echan a un compañero
activista y dan a entender que “si joden los echo a
todos”, como intentaron hacer en el 2009. La patronal no
quiere dejar un centavo de sus ganancias extraordinarias del
lado del obrero. (…)
La
conciliación como trampa
La
valiente actitud de Ronal de no salir y de los compañeros
de base de hacerle el aguante puso en crisis a la empresa,
que no sabía qué hacer. La permanencia pacífica del compañero
cuestionaba la autoridad de la empresa, faltó sólo un
pequeño empujón para que se consiguiera la reincorporación
efectiva, pero la comisión interna lamentablemente
se negó a convocar a una asamblea para discutir con
todos los compañeros qué hacer y dar el último empujón
para que fuera reincorporado inmediatamente.
La
actitud de la interna le
abrió la puerta a Taborda y al sindicato, la
empresa recurrió al sindicato para que le “sacara las
papas del fuego” y al compañero de adentro de la fábrica.
Por eso la conciliación sale como sale, es decir, con
trampa. La empresa lo reincorpora formalmente pero lo deja
realmente afuera. “La empresa ha retrotraído la situación
de Rubén Farías al 18/03/2011 eximiéndolo de prestar
tareas”, dicen en el comunicado oficial. Esta maniobra es
más vieja que el diablo: cualquier luchador experimentado,
ni que hablar de un abogado, sabe que se debe exigir que en
el acta figure que la reincorporación es prestando las
tareas habituales; así lo hicieron constar los compañeros
de FATE en su conflicto del 2008, por ejemplo.
Había que exigirle a la empresa el compromiso por escrito
de que la conciliación era con el compañero adentro.
La razón
y la fuerza
(…)
El despido del compañero es
totalmente discriminatorio y discriminar por motivos
sindicales está prohibido por la ley. Esto es
comprobable. En primer lugar no
se lo echa con causa, se lo echa invocando el artículo
245, “reestructuración de personal”. Segundo, es un
hecho que la empresa no tiene ninguna crisis de tipo económica
que justifique una reestructuración y encima vienen tomando
personal permanentemente. Tercero, el compañero lleva
adelante una actividad sindical reconocida.
Pero
un juicio de reinstalación al puesto de trabajo por
discriminación dura dos o tres años. En FATE ya se
reincorporaron efectivamente 6 compañeros despedidos
durante el conflicto del 2008. Todo ese tiempo se hicieron
colectas en la planta para ayudarlos a mantenerse. Pero
durante dos años y medio se cometió una terrible
injusticia contra esos compañeros. Y esa injusticia se
puede evitar en el caso de la Pilkington. (…) Hay que
demostrar que uno tiene la razón pero también la fuerza.
Marchemos
el 31 a la audiencia
Desde
el Nuevo MAS nos parece una buena oportunidad para hacerle
sentir la fuerza de los trabajadores a la empresa organizar
una gran marcha al Ministerio para el 31, día en que está
convocada la audiencia de conciliación. Hay que exigirle a la interna que se ponga las “pilas” y ponga un micro
para ir a la marcha. Pero si no lo hace hay que organizarse en forma independiente para ir con mucha fuerza.
La
experiencia del conflicto del 2009 demuestra que con unidad
se les puede torcer el brazo a los empresarios. Aquella vez
se ganó con unidad y esa unidad se consiguió de una sola
manera: discutiendo,
consensuando y votando todo en asamblea de fábrica. Hay
que exigirle a la interna y presionar para
retomar ese camino.
• No al despido de Ronal. Reincorporación ya!
• Asamblea de base para unificar la planta
• Todos el 31 al Ministerio
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