Socialismo o Barbarie, periódico Nº 198, 01/04/11

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Pilkington: Basta de persecución a los activistas

Reincorporación ya de Ronal

El 17 de marzo la empresa llamó, durante su jornada laboral, al compañero Ronal Farías a la oficina de personal y le informó que estaba despedido sin causa y que la liquidación final estaba a su disposición. El compañero rechaza el despido y se “autoacuartela” en un sector, muchos compañeros se acercan y  le dan la solidaridad. El compañero permanece en esa situación hasta el lunes 21. Presentamos partes del volante que repartieron los compañeros de la Zona Norte llamando a la lucha.

La patronal viene recomponiéndose desde el conflicto del 2009, cuando perdió por puntos y quedó golpeada. A partir de ahí se amoldó a la nueva relación de fuerzas y empezó a “operar” para poner las cosas a su favor. Logró que la interna no convocara a ninguna asamblea, hizo entrar a los del sindicato, fue aumentando los ritmos de producción, hasta que finalmente dio el zarpazo y despidió al compañero Ronal.

El despido del compañero no es sólo contra él: es un ataque a toda la fábrica. La patronal está diciendo en su idioma “no jodan”. A nadie se le escapa que se vienen las paritarias y la empresa quiere condicionar esa discusión a su favor. Para los trabajadores el despido es una medida ejemplificadora: echan a un compañero activista y dan a entender que “si joden los echo a todos”, como intentaron hacer en el 2009. La patronal no quiere dejar un centavo de sus ganancias extraordinarias del lado del obrero. (…)

La conciliación como trampa

La valiente actitud de Ronal de no salir y de los compañeros de base de hacerle el aguante puso en crisis a la empresa, que no sabía qué hacer. La permanencia pacífica del compañero cuestionaba la autoridad de la empresa, faltó sólo un pequeño empujón para que se consiguiera la reincorporación efectiva, pero la comisión interna lamentablemente se negó a convocar a una asamblea para discutir con todos los compañeros qué hacer y dar el último empujón para que fuera reincorporado inmediatamente.

La actitud de la interna le abrió la puerta a Taborda y al sindicato, la empresa recurrió al sindicato para que le “sacara las papas del fuego” y al compañero de adentro de la fábrica. Por eso la conciliación sale como sale, es decir, con trampa. La empresa lo reincorpora formalmente pero lo deja realmente afuera. “La empresa ha retrotraído la situación de Rubén Farías al 18/03/2011 eximiéndolo de prestar tareas”, dicen en el comunicado oficial. Esta maniobra es más vieja que el diablo: cualquier luchador experimentado, ni que hablar de un abogado, sabe que se debe exigir que en el acta figure que la reincorporación es prestando las tareas habituales; así lo hicieron constar los compañeros de FATE en su conflicto del 2008, por ejemplo. Había que exigirle a la empresa el compromiso por escrito de que la conciliación era con el compañero adentro.

La razón y la fuerza

(…) El despido del compañero es totalmente discriminatorio y discriminar por motivos sindicales está prohibido por la ley. Esto es comprobable. En primer lugar no se lo echa con causa, se lo echa invocando el artículo 245, “reestructuración de personal”. Segundo, es un hecho que la empresa no tiene ninguna crisis de tipo económica que justifique una reestructuración y encima vienen tomando personal permanentemente. Tercero, el compañero lleva adelante una actividad sindical reconocida.

Pero un juicio de reinstalación al puesto de trabajo por discriminación dura dos o tres años. En FATE ya se reincorporaron efectivamente 6 compañeros despedidos durante el conflicto del 2008. Todo ese tiempo se hicieron colectas en la planta para ayudarlos a mantenerse. Pero durante dos años y medio se cometió una terrible injusticia contra esos compañeros. Y esa injusticia se puede evitar en el caso de la Pilkington. (…) Hay que demostrar que uno tiene la razón pero también la fuerza.

Marchemos el 31 a la audiencia

Desde el Nuevo MAS nos parece una buena oportunidad para hacerle sentir la fuerza de los trabajadores a la empresa organizar una gran marcha al Ministerio para el 31, día en que está convocada la audiencia de conciliación. Hay que exigirle a la interna que se ponga las “pilas” y ponga un micro para ir a la marcha. Pero si no lo hace hay que organizarse en forma independiente para ir con mucha fuerza.

La experiencia del conflicto del 2009 demuestra que con unidad se les puede torcer el brazo a los empresarios. Aquella vez se ganó con unidad y esa unidad se consiguió de una sola manera: discutiendo, consensuando y votando todo en asamblea de fábrica. Hay que exigirle a la interna y presionar para  retomar ese camino.

• No al despido de Ronal. Reincorporación ya!

• Asamblea de base para unificar la planta

• Todos el 31 al Ministerio