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Reunión
de la corriente internacional Socialismo o Barbarie
“Una
etapa de acumulación
de experiencias de la clase obrera”
Durante los días 25
al 29 de marzo se realizó la reunión anual de la Corriente
Internacional Socialismo o Barbarie en Buenos Aires. Durante
estos días se analizó el desarrollo de la crisis económica
mundial, la evolución de la lucha de clases en el mundo,
donde se destaca la rebelión de los pueblos árabes, y el
desarrollo y crecimiento de los distintos partidos y grupos
que componen la Corriente.
Como expresión de las deliberaciones, el lunes 28 se realizó una
charla abierta en el local Central del Nuevo MAS donde, con
la presencia de más de 100 compañeros, se pasó revista a
algunos de los temas tratados y la situación especifica de
algunos países. Estuvieron presentes la compañera Flor
Beltrán, que viene haciendo grandes esfuerzos para plantar
la bandera de Socialismo o Barbarie en Europa, y nos contó
la situación en Francia; el compañero Martín Camacho, que
es parte del núcleo fundacional de SoB en Bolivia. También
estuvo la compañera Rousi, del grupo Praxis de Brasil.
Junto a ellos asisten dos compañeros de SoB Chile, uno de
ellos, el compañero Nico, informó la situación en el país
trasandino. Finalmente estuvo Víctor Artavia, del Partido
de las y los Trabajadores de Costa Rica, que también informó
sobre Honduras, ya que los compañeros no pudieron viajar. A continuación presentamos extractos de las distintas
intervenciones y de la presentación de la charla a cargo
del compañero Víctor Artavia; lo mismo que el saludo
llegado a la reunión de parte del compañero John desde
Colombia informando a la vez que en nuestra próxima edición
publicaremos el llamamiento público votado en la reunión
así como el informe político que presidió la misma.
Tenemos que tomar en cuenta el contexto político en que
se desarrolla esta conferencia, y una cosa a la que siempre
le damos importancia es tener en cuenta que somos
una corriente internacional de reciente fundación, que ha
logrado avances muy importantes en los últimos años
–menos de diez años desde su inicio–, no sólo en América
Latina sino que también comenzamos a trabajar en Europa, pero
que no deja de ser una corriente todavía pequeña. Por
eso nuestros análisis de la situación internacional tienen
que tener la previsión
metodológica de considerar nuestra ubicación como un
proyecto muy incipiente a la hora de hablar de procesos
vivos de la lucha de clases.
La discusión en la conferencia giró en gran medida sobre
las rebeliones populares en Medio Oriente, que han marcado
las discusiones políticas dentro de la izquierda en las últimas
semanas y que son un proceso determinante para comprender la
realidad internacional. Esta realidad la seguimos enmarcando
en la crisis económica
histórica del capitalismo, que tiene un impacto desigual.
Esto es importante decirlo para no caer en análisis
mecanicistas, porque cada proceso político hay que verlo en
su particularidad.
Un elemento importante que vimos es que el conjunto de la
economía internacional continúa en un estancamiento, también
con un proceso inflacionario que ya empieza a repercutir en
muchos países, como en Bolivia con el tema del gasolinazo.
La inflación es un elemento central en las rebeliones
populares árabes con el tema de los alimentos, e incluso en
la Argentina también la economía está muy marcada por la
inflación. Esto será materia de un próximo trabajo de la
corriente sobre la cuestión de las commodities (materias
primas), que contrariando aparentemente la lógica
capitalista, empiezan a tener un costo muy elevado en el
mercado internacional y esto agrava la crisis alimentaria
que hay actualmente.
Un elemento que veíamos en esto es el marcado papel que
tiene China como mediador en la crisis, porque por su
desarrollo capitalista muy fuerte en los últimos años
comienza a llevar al alza el precio de productos que siempre
habían estado más bajos.
Otro tema que apareció en la discusión, hablando de la
rebelión en los países árabes, es que continúa
la crisis de hegemonía del imperialismo yanqui, con un
deterioro en su capacidad de administrar la situación en
regiones importantes del planeta.
Las rebeliones en Medio Oriente son un punto donde se
entrelaza la crisis económica mundial, esta particularidad
del precio alto de los alimentos, y el hecho de que es una
zona geopolíticamente estratégica para la economía
mundial por los hidrocarburos. Constituyen un primer anillo
en el dispositivo de control capitalista, que está
atravesando un proceso político riquísimo. Ha estallado
una rebelión que se ha extendido de país a país con gran
facilidad. De estos países, el más importante por su
desarrollo es Egipto, y el caso de Libia tiene la
importancia de que la rebelión ha tomado características
de guerra civil, lo que ha provocado la intervención del
imperialismo bombardeando el territorio. Este proceso está
ocurriendo con una mayor centralidad de la clase obrera, al
mismo tiempo que está tomando un grado de polarización
mayor al que vivimos en Latinomérica años atrás, con
elementos revolucionarios.
Otra razón de la importancia de la rebelión árabe es que
incorpora a la lucha a una nueva región del planeta, que
hasta el momento era como un “hoyo negro” de la lucha de
clases, y que es de una importancia geopolítica enorme.
Hay una extensión de la panorámica de la lucha de clases,
y esto es fundamental porque deja de ser solamente América
latina, que en las últimas décadas había sido el
epicentro.
Además, las direcciones islamistas no están jugando el
papel central que habían tenido en los últimos años, ni
tampoco el nacionalismo árabe. Estos procesos están
marcados por un carácter
secular, principalmente en Egipto, donde una semana
antes del estallido popular la tónica la daban los
enfrentamientos interreligiosos.
Otro elemento importante es el rol de la juventud en esos
procesos, continuando lo que sucede en América Latina. Esta
irrupción de la juventud en los procesos de lucha es muy
importante porque viene a subsanar esa ruptura generacional que produjo la década de los
90, que se refleja incluso en la composición de los
partidos de izquierda, donde en general falta la generación
de 30-40 años.
Si recuerdan las notas de la corriente sobre Egipto, allí
señalábamos que hay grupos juveniles que eligen su nombre
a partir de gestas de lucha de la clase obrera en Egipto, lo
que da la idea de una juventud que busca la unidad con la
clase trabajadora.
También tenemos que hablar de Cuba, que es el eje del último
número de la revista SoB. Cuba
está siendo y será un eje muy paradigmático en las
discusiones de la vanguardia, y según lo que se dé en
Cuba, sea un avance contra la burocracia, sea un retroceso
hacia la restauración capitalista, va a ser determinante
para la vanguardia en América latina por la importancia que
tiene Cuba como referente político en la región.
Caracterizamos que el curso político en la isla va como a
contramarcha del resto del mundo, no ha habido desbordes a
la burocracia, que va camino al sexto Congreso donde va a
poner los lineamientos para un retorno al capitalismo.
Para finalizar, creemos que estamos en una
etapa de acumulación de experiencias de la clase obrera,
una renovación de la clase obrera que se muestra dispuesta
a pelear, y en ese sentido la situación para las corrientes
socialistas revolucionarias es completamente distinta a la
de años anteriores, que eran de destrucción de la clase
obrera y no había experiencias de lucha significativas; ahora
la tónica es de acumulación de experiencias, en diferentes
lugares del planeta, y este es el signo político del
momento. Por ejemplo, luego de la caída de Mubarak, a
los 18 días de rebelión popular hay que sumarle el hecho
de que cuando la gente vuelve a su vida normal la clase
obrera sale a pelear como tal, y paraliza el país con
huelgas sumiendo al nuevo gobierno en una crisis.
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