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Francia: intervención de Flor Beltrán
“ ‘Estamos contra ti, Sarkozy’ ”
“Buenas noches compañeras y compañeros, estoy muy
contenta de estar aquí, muy emocionada de conocer a esta
juventud…
En septiembre y octubre del año pasado viví la primera
gran experiencia de mi vida de ver a la clase obrera en
movimiento como sujeto social. En Francia, desde el 95 no se
veía que la clase obrera jugara el primer rol en la
sociedad. Todo el mundo decía que la clase obrera estaba
muerta. Y a fin del año pasado se vio que la clase obrera
fue el catalizador de la movilización, y se vio incluso en
la televisión, porque estaba Sarkozy hablando y el que le
contestaba era un obrero, y era muy gráficamente clase
contra clase.
La otra gran movilización en Francia fue la de Mayo del
68. Pero a diferencia de aquélla, ésta
se perdió. En el 68 se lograron salarios y ciertas
reformas en la Universidad, y como consecuencia del 68 se
logró la legalización del aborto en el 72, porque el 68
permitió que el movimiento de mujeres se hiciera de masas.
¿Qué pasó en septiembre y octubre del 2010? Ya venían
desde principios del año los aumentos en la edad
jubilatoria: primero fue a 40 años de trabajo, luego pasó
a 42, o sea que si comienzas a trabajar a los 25 años
tienes que jubilarte a los 67 si quieres cobrar una pensión
normal. Para alguien que trabaja como obrero o para un
maestro eso es demasiado.
La lucha contra esta medida tuvo aspectos más avanzados
que los del 68, porque el
75 por ciento de la población llegó a movilizarse. ¿Por
qué no se logró la huelga general? Por la burocracia
sindical, que utilizó las maniobras de siempre de llamar a
movilizaciones los sábados. La central mayoritaria es la
CGT y la dirige un tipo que se llama Thibault. Esta lucha
duró casi dos meses, y empezó con llamados a movilizarse sábado
por medio, y además Thibault decía “vamos a ver de
acuerdo a lo que pase este sábado si seguimos o no”, jugándose
a que hubiera menos gente para decir “no, ya la gente no
quiere luchar”. Al contrario, cada vez había más gente,
y para no llamar a la huelga general dijo “que la huelga
la haga la base”. En Francia, el 8 por ciento de la clase
obrera está sindicalizada, el magisterio y la salud también,
pero los precarios no, así que era necesario que un bastión
de la clase obrera llevara la batuta. Generalmente
son los ferrocarrileros y el personal del subterráneo los
que paralizaban el país, como en el 95. Pero en este
tiempo la clase obrera francesa ha sufrido muchas presiones:
tiene miedo al desempleo y al endeudamiento, porque el
gobierno ha impulsado créditos para todo y todo el mundo
está endeudado. Todo el sector que no estaba fijo en su
puesto dudaba en salir a la huelga inmediatamente.
Los que salieron a la lucha fueron los trabajadores de las
refinerías, que dejaron al país sin gasolina, colas y
colas para conseguirla, y el gobierno tuvo que importar. La burocracia logró quebrar la huelga de las refinerías consiguiendo
un aumento enorme y prometiéndoles dejarlos afuera del
nuevo régimen de pensiones.
La derrota del movimiento contra el aumento de la edad
jubilatoria provocó un bajón que dura hasta ahora, pero
esta lucha produjo algunos logros sobre todo en la lucha
contra la burocracia, que fueron las asambleas
interprofesionales. Estas eran asambleas de activistas y
huelguistas de distintos sectores e inclusive participaban
estudiantes, eran asambleas abiertas a los trabajadores no
sindicalizados, una especie de coordinadoras. Yo asistí a
varias asambleas organizadas por los ferroviarios, con
maestros, desempleados, estudiantes, y allí se podía
incluso intervenir aunque no fueras ferroviario. Pero esto
se dio en pocos sitios, sólo donde están las principales
estaciones del ferrocarril y en algunas ciudades se dio una
coordinación, pero
no se logró la coordinación nacional de la lucha.
Antes se había dado una lucha muy importante contra la
precarización laboral de los jóvenes, porque querían
imponer un contrato especial para el primer trabajo. En esta
lucha los jóvenes salieron victoriosos. Hay que saber que
esta es la primera generación en Europa que sabe que no va
a vivir como sus padres, sino peor, y eso es un impulso a la
lucha.
Por ultimo, todo esto no significa que el gobierno esté
fortalecido. Sarkozy está muy en crisis, por el desempleo,
porque salvó a los bancos en la crisis capitalista, y
porque está aumentando el precio de los alimentos; los
alimentos aumentaron 20 por ciento este año. Además está
en crisis porque los ministros de Sarkozy colaboraron con
los dictadores árabes, así que se la pasa cambiando de
ministros. (…)”
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