Socialismo o Barbarie, periódico Nº 198, 01/04/11

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Francia: intervención de Flor Beltrán

“ ‘Estamos contra ti, Sarkozy’ ”

“Buenas noches compañeras y compañeros, estoy muy contenta de estar aquí, muy emocionada de conocer a esta juventud…

En septiembre y octubre del año pasado viví la primera gran experiencia de mi vida de ver a la clase obrera en movimiento como sujeto social. En Francia, desde el 95 no se veía que la clase obrera jugara el primer rol en la sociedad. Todo el mundo decía que la clase obrera estaba muerta. Y a fin del año pasado se vio que la clase obrera fue el catalizador de la movilización, y se vio incluso en la televisión, porque estaba Sarkozy hablando y el que le contestaba era un obrero, y era muy gráficamente clase contra clase.

La otra gran movilización en Francia fue la de Mayo del 68. Pero a diferencia de aquélla, ésta se perdió. En el 68 se lograron salarios y ciertas reformas en la Universidad, y como consecuencia del 68 se logró la legalización del aborto en el 72, porque el 68 permitió que el movimiento de mujeres se hiciera de masas.

¿Qué pasó en septiembre y octubre del 2010? Ya venían desde principios del año los aumentos en la edad jubilatoria: primero fue a 40 años de trabajo, luego pasó a 42, o sea que si comienzas a trabajar a los 25 años tienes que jubilarte a los 67 si quieres cobrar una pensión normal. Para alguien que trabaja como obrero o para un maestro eso es demasiado.

La lucha contra esta medida tuvo aspectos más avanzados que los del 68, porque el 75 por ciento de la población llegó a movilizarse. ¿Por qué no se logró la huelga general? Por la burocracia sindical, que utilizó las maniobras de siempre de llamar a movilizaciones los sábados. La central mayoritaria es la CGT y la dirige un tipo que se llama Thibault. Esta lucha duró casi dos meses, y empezó con llamados a movilizarse sábado por medio, y además Thibault decía “vamos a ver de acuerdo a lo que pase este sábado si seguimos o no”, jugándose a que hubiera menos gente para decir “no, ya la gente no quiere luchar”. Al contrario, cada vez había más gente, y para no llamar a la huelga general dijo “que la huelga la haga la base”. En Francia, el 8 por ciento de la clase obrera está sindicalizada, el magisterio y la salud también, pero los precarios no, así que era necesario que un bastión de la clase obrera llevara la batuta. Generalmente son los ferrocarrileros y el personal del subterráneo los que paralizaban el país, como en el 95. Pero en este tiempo la clase obrera francesa ha sufrido muchas presiones: tiene miedo al desempleo y al endeudamiento, porque el gobierno ha impulsado créditos para todo y todo el mundo está endeudado. Todo el sector que no estaba fijo en su puesto dudaba en salir a la huelga inmediatamente.

Los que salieron a la lucha fueron los trabajadores de las refinerías, que dejaron al país sin gasolina, colas y colas para conseguirla, y el gobierno tuvo que importar. La burocracia logró quebrar la huelga de las refinerías consiguiendo un aumento enorme y prometiéndoles dejarlos afuera del nuevo régimen de pensiones.

La derrota del movimiento contra el aumento de la edad jubilatoria provocó un bajón que dura hasta ahora, pero esta lucha produjo algunos logros sobre todo en la lucha contra la burocracia, que fueron las asambleas interprofesionales. Estas eran asambleas de activistas y huelguistas de distintos sectores e inclusive participaban estudiantes, eran asambleas abiertas a los trabajadores no sindicalizados, una especie de coordinadoras. Yo asistí a varias asambleas organizadas por los ferroviarios, con maestros, desempleados, estudiantes, y allí se podía incluso intervenir aunque no fueras ferroviario. Pero esto se dio en pocos sitios, sólo donde están las principales estaciones del ferrocarril y en algunas ciudades se dio una coordinación, pero no se logró la coordinación nacional de la lucha.

Antes se había dado una lucha muy importante contra la precarización laboral de los jóvenes, porque querían imponer un contrato especial para el primer trabajo. En esta lucha los jóvenes salieron victoriosos. Hay que saber que esta es la primera generación en Europa que sabe que no va a vivir como sus padres, sino peor, y eso es un impulso a la lucha.

Por ultimo, todo esto no significa que el gobierno esté fortalecido. Sarkozy está muy en crisis, por el desempleo, porque salvó a los bancos en la crisis capitalista, y porque está aumentando el precio de los alimentos; los alimentos aumentaron 20 por ciento este año. Además está en crisis porque los ministros de Sarkozy colaboraron con los dictadores árabes, así que se la pasa cambiando de ministros. (…)”