Socialismo o Barbarie, periódico Nº 198, 01/04/11

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Charla en el IUNA sobre el ascenso obrero de los 70 y
el golpe militar

Mucho más que “los años de plomo”

Por Carmina Rot y Pablo Furst

El pasado martes 22 Juventud Capital realizó una charla con la presencia del compañero Oscar Alba (delegado fabril en los 70, militante del PST y del Nuevo MAS). Esta primera actividad de la Juventud contó con la preparación e investigación de los compañeros del equipo que prepararon la charla y los paneles representativos con fotos y documentos de la época, y fueron los encargados de presentar al compañero Oscar y filmar la charla.

Suele aludirse a los 70 como “los años de plomo” en relación a la lucha armada como vía para el cambio social radical y su enfrentamiento en un principio con las bandas fascistas de la “Triple A” creadas por Perón y luego con la cictadura militar. Sin embargo, la guerrilla no sólo no fue la única, ni  tampoco la más masiva perspectiva estratégica de aquel período. En ese sentido la exposición del compañero Alba permitió destacar con interesantes matices la enorme experiencia del ascenso obrero de los 70 que el golpe militar del 76 vendría a cortar de raíz. Este ascenso, gestado en un proceso mundial donde sobresalían el Mayo francés, la Primavera de Praga, etc., tuvo en nuestro país como primer gran hito al Cordobazo, seguidos por el Viborazo y el Villazo, junto a toda una serie de luchas contra el Pacto Social y los planes económicos del gobierno peronista (Plan Rodrigo, Mondelli). Al ir fracasando la mediación y la contención del movimiento de masas y la vanguardia obrera que suponían los sucesivos gobiernos peronistas y la llegada del propio Perón al país, la burguesía aliada con el imperialismo descarga la más brutal de las dictaduras sobre los trabajadores, el pueblo y su vanguardia de luchadores. Aun así, la resistencia obrera a la política económica del régimen militar y a su política represiva se haría sentir hasta bien entrado el 79. Este rico proceso fue reflejado rescatando un conjunto de experiencias como las coordinadoras fabriles, la experiencia del movimiento estudiantil que pudo mirarse en una clase trabajadora organizada gestando la unidad obrero-estudiantil.

Entre la discusión estratégica aparecieron mencionadas las distintas tendencias que iban desde el etapismo y la colaboración de clases (encabezadas por el PC), a la guerrilla que pretendía sustituir la acción de las masas por las armas y de la que un sector depositaba confianza en el líder burgués Perón. En este marco cumplió un importante rol la pelea dada por el PST (Partido Socialista de los Trabajadores) que defendió una perspectiva de independencia de clase y luchó por una salida auténticamente obrera y socialista, y por la centralidad de la clase trabajadora en el proceso. Proceso éste que constituiría una experiencia militante de toda una generación que planteaba un cambio revolucionario de la sociedad.

La puesta en una perspectiva de conjunto del ascenso obrero de los 70 permitió ver los límites del proceso, como así también hacer paralelos y diferencias con algunos aspectos de la actual recomposición obrera en curso, reivindicándolo en toda su dimensión, que excede con creces los estrechos límites “democráticos” en que el régimen burgués actual y su gobierno quieren ponerlo (o al decir de una de sus portavoces, la Sra. de Carlotto: “nuestros 30.000 desaparecidos peleaban por la democracia”). Queda más que claro que peleaban por mucho más que la democracia: aun desde distintas estrategias (algunas de las cuales la experiencia histórica y sólo después de ella, se demostrarían erradas) pelearon por la revolución y el socialismo.