Socialismo o Barbarie, periódico Nº 199, 14/04/11

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El gobierno y la patronal llevan al desangre a
los trabajadores de la carne

Fantini, Pereti y Molina se tienen que ir

Por Rodolfo Torres

En las últimas semanas la crisis de la industria frigorífica se agravó y la patronal la sigue descargando sobre las espaldas obreras. Los trabajadores del Runfo salieron a defender su fuente de trabajo y los del Rioplatense a defender 14 nuevos despidos y luchar por salario. En este marco los distintos gremios empezaron a firmas las paritarias para este año con algunas cámaras, paritarias que son una nueva entrega del salario obrero.

“Desde 2009 hasta la fecha, la faena cayó cerca de un 30%, a 11 millones de cabezas, y los frigoríficos se quejan de que no tienen materia prima para trabajar. Se estima en el sector que la mayoría de las plantas está operando al 40% de su capacidad instalada, mientras que unos 30 establecimientos (sobre un total de 400) directamente habrían decidido cerrar sus puertas en los últimos tres años. Como resultado, de los 30.000 empleos que históricamente mantenía la industria, hoy habría unos 6.000 menos.” (La Nación - 10-04-201). Según otras fuentes y tomando en cuenta los ciclos dos y los trabajadores de las tercerizadas de despostada, tripería, etc., la cifra de puestos perdidos asciende a 11.000.

Históricamente, el sector frigorífico estuvo dividido entre los consumeros y los exportadores. Ambos rubros cayeron en picada. El consumo de carne por habitante en el 2008 fue de 70 kilos anuales; para el primer trimestre del 2011 se está en 56 kilos, por debajo del peor momento de la crisis del 2002 (57,8) y la tendencia es que siga bajando al ritmo del aumento de la carne, que, según todas las estimaciones, subirá otro 20 % en los próximos meses. En cuanto a las exportaciones, los números también son elocuentes: “Las ventas al extranjero pasaron de 654.000 toneladas de res con hueso en 2009 a 306.000 en 2010 y, según el consultor del sector cárnico Víctor Tonelli, se estima que no llegarían a las 270.000 este año” (ídem).

La patronal y  gobierno contra los trabajadores

Durante el conflicto con el campo por la 125 y con los precios de la hacienda en picada, los productores de carne empezaron a liquidar su ganado, y el stock ganadero bajó de 58 millones de cabezas a 49 millones. Pero ahora los productores están de para bienes, esas tierras que eran usadas para pastura se destinaron a la siembra de soja u a otro cultivo con precios en alza en el mercado mundial, los que se quedaron con alguna vaquita también tienen rentabilidad positiva con un precio promedio $10 el kilo de ternera en pie.

La patronal faenadora está en crisis pero la resuelve por dos caminos alternativos: un sector cerró las plantas hasta que vuelvan tiempos mejores. E inclusive algunos vendieron y se dedican a otra actividad más lucrativa. Otro sector mantiene la rentabilidad gracias al bajísimo costo laboral (la hora inicial es de $12) y al aumento de la productividad, ya que, si bien se sigue matando menor cantidad, despidieron a cientos de trabajadores y hay menos obreros por empresa, entonces hay una producción por obrero cada vez mayor.

Por su lado, el gobierno, más allá de toda su retórica, está favoreciendo la concentración y el aumento de la producción de soja y otros cultivos, porque son una de las principales entradas del fisco. Al mismo tiempo deja que el kilo de asado esté en 10 dólares y que el lomo esté al precio que pedía De Angelis en el 2008: $80. El sistema de “las baratas”, los cortes a precios populares que tiene como objetivo central dibujar el índice de precios al consumidor del INDEC, es difícil de conseguir y más difícil de comer. El gobierno “nacional y popular”, que dice defender la mesa de los argentinos, consiguió que en la mesa de los argentinos no haya carne y que en la mesa de los trabajadores de la carne haya miseria.

“Se tiene que ir”

“Como todos los viernes, hay asistencia perfecta en la "escuelita" de Guillermo Moreno. Se habla de precios, del recientemente anunciado plan ganadero de Cristina Kirchner para fomentar la producción de carne; se hace algún que otro chiste y se da por terminado el encuentro. Nadie diría, a juzgar por estos encuentros que cada semana mantienen los representantes de la industria de la carne con el secretario de Comercio Interior, que los frigoríficos están pasando por su crisis más aguda desde que en 2001”.  (Ídem.) A la cronista de la nota citada, se le olvidó informar que a la escuelita de Moreno asisten también los representantes de los trabajadores, es decir, la burocracia sindical. Desde hace dos años que no paran de caer calamidades sobre los trabajadores, y la burocracia, de todos los colores, ha sido cómplice de cada ataque, y se ha puesto del lado de la patronal en cada conflicto. Dejó pasar los despidos, las suspensiones, el cierre de frigoríficos enteros y ha firmado paritarias miserables con sumas fijas no remunerativas a la baja. Está claro que con estas direcciones no se va a parar ningún ataque, ni ofensiva, no se conseguirá ningún aumento digno y se seguirá de mal en peor.

Pero no se van a ir solos. Hay que echarlos. Y para echarlos, hay que construir una imprescindible unidad. Cuanto más se necesita la unidad para luchar, para apoyar a los que luchan y para preparar una alternativa que los eche, se hacen circular mentiras y calumnias sobre reconocidos luchadores del gremio. Estas actitudes no llevan a ninguna parte y sólo sirven a la patronal y a la burocracia. Hay que unir a los sectores realmente independientes de cualquier sector burocrático propatronal, llámese Molina o Etchehun. En momentos cuando hay dos importantes conflictos (ver aparte), se debe luchar por coordinar medidas y acciones efectivas y hacer todo los posible para que las lucha triunfen.