El fiscal
en la causa consideró finalizada la investigación y pidió
el pase a juicio oral. Hasta ahora se han negado las
excarcelaciones solicitadas por las defensas.
Con mucha
celeridad, las autoridades judiciales se apresuran a cerrar
las imputaciones al conjunto de los implicados en el ataque
criminal. Quedan hasta ahora, por fuera, los funcionarios de
la UGOFE y de la Secretaría de Transporte, así como los
efectivos de la Policía Federal.
El gran
logro del encarcelamiento de Pedraza, Fernández y Díaz e
integrantes de la patota no debe tapar que las
responsabilidades políticas abarcan áreas del gobierno
nacional como la Secretaría de Transporte e invaden el
terreno del gran negocio de las tercerizadas. Tampoco que la
policía actuó en complicidad con los agresores.
El pase a
juicio oral significa un avance en la causa, pero por otro
lado, significa parar la investigación hasta donde se llegó,
sin profundizarla.
No debemos
dejarnos embaucar por los discursos que da la justicia
“garantizada de antemano” producto del ajustado accionar
de las instituciones.
Debemos
profundizar la movilización independiente por la
investigación y la condena efectiva a todos los culpables
materiales e intelectuales.