Socialismo o Barbarie tiene el orgullo de celebrar su
edición número 200 en los lugares de trabajo, de estudio,
en los barrios obreros y populares. Como iniciativa del
naciente Nuevo MAS al calor del Argentinazo, allá por enero
del 2002, impulsamos la edición de un periódico que no sólo
reflejara las numerosas luchas contra la explotación y la
opresión capitalista, sino que ayudara a la vanguardia que
empezaba forjarse en la pelea a comprender que esta no podía
quedarse en el plano puramente reivindicativo, sino que debía
cuestionar al capitalismo y al régimen político de la
clase capitalista peleando por que la clase obrera diera un
paso al frente.
Es por esto que el nombre elegido, Socialismo o Barbarie,
no fue una casualidad, sino que lo asumimos como algo más
que una brillante frase emanada de la pluma de Rosa
Luxemburgo. Reivindicamos su perspectiva crítica de que el
capitalismo es irreformable y lleva a la humanidad a la
barbarie, como quedó demostrado en todos estos años en las
masacres encabezadas por el imperialismo, los efectos de la
crisis histórica en curso de la economía capitalista, o el
desastre nuclear en Japón de estas últimas semanas. Y que
frente a esto, sólo la acción consciente de la clase
obrera y los sectores populares puede torcer el rumbo de la
historia, revolucionar la sociedad y construir el
socialismo, tal cual plantearon en su momento los mejores
exponentes de la tradición que reivindicamos, Lenin y
Trotsky.
Para este objetivo estratégico es que la independencia
política de la clase trabajadora y el internacionalismo han
sido banderas que hemos plantado, frente a las corrientes
que intentan llevar al movimiento obrero detrás de
cualquier variante de la patronal y la burocracia. Mientras
Chávez o los Castro hablan de un “socialismo del siglo
XXI” en el cual la clase trabajadora no debe ser quien
expropie a la burguesía y tome los destinos de la sociedad
en sus manos, desde estas páginas defendemos el
relanzamiento de la pelea por la perspectiva auténtica del
socialismo, en la cual el rol imprescindible del partido
revolucionario para “fecundar” a lo más avanzado de la
vanguardia obrera y estudiantil ayude a que sea la misma
clase obrera la que, con sus organismos y métodos de lucha
característicos, sea quien se ponga al frente y lleve
adelante la transformación socialista de la sociedad.
Esta pelea por no apoyar a ninguna variante patronal se
viene plasmando en una posición de intransigente
independencia política de nuestra organización: ni con los
K, ni con la oposición patronal expresada en su momento
alrededor de la Mesa de Enlace campestre. En ese momento,
mientras muchas organizaciones de la izquierda apoyaron a
alguno de los dos bloques patronales (llegando a participar
de los actos de la Sociedad Rural o de los K), desde el
Nuevo MAS y Socialismo o Barbarie defendimos de manera
intransigente que los trabajadores deben construir su propio
camino independiente, obrero y socialista.
Asimismo, el nuevo MAS y Socialismo o Barbarie están
completamente comprometidos en lo que es, hoy por hoy, el
proceso más estratégico que se vive entre la clase obrera:
una nueva generación de trabajadores se está poniendo de
pie y está dando lugar a una experiencia que puede ser histórica,
de recomposición de sectores de la amplia vanguardia
obrera. El nuevo clasismo que emerge ha tenido como uno de
sus protagonistas más importantes a los compañeros de FATE
y el neumático, y nuestro partido y periódico se jugaron a
brazo partido en los jalones más importantes de la
experiencia que vienen recorriendo.
Lo propio hicimos en un sinnúmero de experiencias y
luchas de los trabajadores y sectores populares en la última
década a lo largo y ancho del país: desde la participación
–con el FTC– en enfrentamientos como el del Puente
Pueyrredón en 2002 –donde fueron asesinados Kosteky y
Santillán– y en la experiencia del movimiento piquetero
en su apogeo, la pelea en Brukman, la huelga de Firestone,
las luchas del diario Crónica, del Casino, las seccionales
recuperadas del SUTEBA, el Hospital Francés, Pilkington, la
papelera Massuh, la huelga del neumático en 2008, Kraft,
los tercerizados ferroviarios, el subterráneo de Buenos
Aires, así como la pelea por el castigo a los responsables
del asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba y de
la desaparición de Jorge Julio López, por la cárcel a
Pedraza por el asesinato de Mariano Ferreyra y un larguísimo
etcétera. Nuestro periódico también reflejó la gran
lucha del Estudiantazo, la pelea por los derechos de la
mujer y las minorías y la pelea de Las Rojas y Carne
Clasista por aportar al movimiento de género una
perspectiva socialista y revolucionaria.
En estos años, Socialismo o Barbarie ha sido una
referencia para sectores de trabajadores y estudiantes,
muchos de los cuales nos han elegido por sobre otras
publicaciones marxistas, por nuestra visión crítica de la
realidad y la perspectiva política socialista
revolucionaria, acompañando al mismo tiempo el desarrollo y
afirmación ascendente de nuestro partido, el cual viene
experimentando progresos que, sin dejar de ser trabajosos,
están preparándonos para un salto en crecimiento en el
futuro próximo.
Con el orgullo de estar haciendo la experiencia de
construir una organización revolucionaria –y una
corriente internacional– que va adquiriendo creciente
proyección, y de haber tenido desde el comienzo la
preocupación por la politización de los compañeros y
compañeras trabajadores, estudiantes, simpatizantes y
militantes, nuestro compromiso es profundizar este camino
construyendo una herramienta que colabore con la formación
de lo mejor de la vanguardia obrera y estudiantil, y también
que sirva para invitarlos a que se sumen a la construcción
de la organización revolucionaria que hace falta en nuestro
país: el nuevo MAS.