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Sobre el reparto de las ganancias en Bridgestone
El árbol no nos tiene que
tapar el
bosque
En el acto de la CGT
del 29 de abril Moyano planteó casi como exclusiva demanda
reivindicativa la ley de reparto de las ganancias
empresarias. El 10 de mayo la misma Cristina salió a
despejar todo tipo de dudas: “Una ley es algo general, lo
general no puede ser aplicado a todo el mundo y a todas las
actividades económicas” (La Nación, 11-5).
Todos los alcahuetes
del gobierno se acordaron del convenio de Firestone y de
Pedro Wasiejko, donde la empresa acaba de repartir ganancias
por casi 4000 pesos a cada uno de sus obreros. La
primera aclaración es que la cláusula no es para todo el
gremio sino solo para una fábrica: la ex Firestone.
Presentamos el volante que el partido repartió en la puerta
de la fábrica, el cual cayó muy bien entre los
trabajadores.
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La
verdadera historia
del premio de Firestone
El “dulce” de
la rebaja salarial
En el año 2001 hubo una lucha muy fuerte en Firestone, el
país estaba inmerso en el 1 a 1 y en la desocupación de
masas, la industria nacional era poco competitiva para
exportar y el mercado interno de automóviles y de reposición
estaba muy deprimido y muy competitivo por las
importaciones. En ese contexto Firestone amenazó con cerrar
la planta, luego con despedir a cientos de compañeros y
luego de una lucha muy fuerte, para reventar la lucha la
empresa hace una oferta: no
despedir a nadie, a cambio de una fuerte rebaja salarial y
de flexibilizar ciertas condiciones de trabajo. El
secretario general de la ejecutiva de ese entonces y aliado
de Wasiejko, “Pipín”, se negó a firmar la rebaja
salarial. La empresa con acuerdo de Wasiejko mejora
la rebaja salarial incorporando el reparto a las ganancias. Era
tanto el rechazo a la rebaja que hasta Pipín, un hombre de
la Violeta, se negó a firmar; finalmente capituló pero no
firmó la rebaja, agarró su indemnización y se fue.
Wasiejko firmó la rebaja y el reparto de las ganancias solo
para esa fábrica, a partir del 6% de las ganancias netas, y
sin ningún control de los números. La realidad es que a
fines del 2003, todavía fresco el conflicto, se repartieron
11.000 pesos; en el 2004 cerca de 5000, y en el 2005 cerca
500 pesos; después nunca más se repartió nada. Obvio, en
el 2005 Wasiejko había entregado la heroica lucha de casi
un año de los 100 despedidos del 2004.
Desde hace casi 6 años que no se reparte ni un peso,
justamente los años de mayor boom productivo en Bridgestone.
Esa es la verdadera historia: el que quiera oír…
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Finalmente el miércoles 27 se cobró el bono de
participación en las ganancias en Bridgstone. La suma no remunerativa fue de $3924, algo que no ocurría desde el año
2005. La bocanada de aire que significa esta suma no logra
tapar las fortunas que vienen amasando durante todos estos años
gracias al esfuerzo que realizan los obreros cotidianamente.
Pero sobre todo, no es casual que se cobre en 2011, un
año electoral.
Entre fines de este año y principios del que viene hay
elecciones para renovar delegados, seccional y al secretario
general del gremio. Es
un año electoral y la patronal ha salido a tirarle un
salvavidas a la Violeta, la lista de Pedro, Tapari y Santillán.
Este es el comentario y la sensación que todos comentan.
El entendimiento entre la dirección del SUTNA y la
seccional Llavallol con la patronal es cada vez más
evidente y a medida que se acerque la fecha de las
elecciones esto se acrecentará.
La lista Violeta siempre fue propatronal, pero al no haber
oposición, en los años anteriores había cierto margen
para algunas fricciones entre ambos, logrando ocultar los
entendimientos que siempre tuvieron, sin dejar en última
instancia de jugar en contra de los trabajadores. Como
ocurrió con la rebaja salarial del 2001 o con el conflicto
2003/04 o más acá en el tiempo, en el 2008, cuando
claramente y ya de manera abierta traicionaron la gran lucha
que dio todo el gremio. Hoy la situación ha cambiado: con
la oposición real que es la Marrón desde el 2007 en el
gremio, se afianzó
la alianza Violeta-patronal que en el fondo no es más
que un frente contra
los avances que pueden lograr los trabajadores si se
sacan a la Violeta de encima. Es una alianza para seguir
manteniendo las condiciones que hoy reinan en el gremio, con
los aumentos salariales detrás de la inflación, con las
paritarias interminables, con los despidos y sanciones
indiscriminadas y con
los aumentos constantes de los ritmos de producción. El
bono tiene como objetivo tapar todo esto, invisibilizarlo y
lograr que la Violeta llegue en mejores condiciones a las próximas
elecciones.
Ganancias hubo y habrá siempre
Pero los trabajadores del neumático no comen vidrio,
intuyen todo esto y no se tragan el sapo. Si bien la plata
ayuda y es un alivio, saben por dónde viene la mano. No se
olvidan de todos estos años en los que les negaron la
participación en las ganancias, a pesar de las fortunas que
siguen amasando. Por esto no hay que dejar pasar la
oportunidad y aprovechar para plantear desde ahora que este
bono es un derecho adquirido y tiene que estar presente
todos los años y no solo cuando la empresa quiera.
Muchos dirán (sobre todo los forros y alcahuetes de la
Violeta) que ya está escrito en el convenio. Pero la
realidad indica que es papel mojado, y les dejan las manos
libres para que la patronal haga la cuentita y calcule cuánto
corresponde de participación. Una ridiculez total. Hay
que luchar para que la participación en las ganancias sea,
precisamente, sobre las ganancias, que siempre existen y
no solo cuando se supera el 6% del excedente, y sobre todo queremos ver los libros desde que se firmó el acuerdo para ver si hubo
o no hubo ganancias, porque hay que ir por el retroactivo.
Por otro lado, ya hubo fallos por los años en los que no
se cobró el bono, favorables para los trabajadores. Fallos
que los trabajadores no cobraron ya que desistieron de hacer
el juicio correspondiente por el miedo que les metieron los
delegados y la seccional Llavallol a las represalias por
parte de la patronal y que luego ellos si cobraron de manera
bastante llamativa. Ahí tenemos el ejemplo más cabal de la
estafa y el robo que se ha ido perpetuando todos estos años,
hay que dejar de confiar en la Violeta.
Que el bono sea todos los años y sobre las ganancias reales de la empresa
Los trabajadores del neumático saben que las patronales
son reacias a dar mejoras por más mínimas que sean. ¡En
estos momentos se está hablando sobre el convenio y la
discusión ya lleva varios años! Lo que han obtenido los
trabajadores siempre a sido cuando se plantaron y lucharon
por lo que les corresponde. Si la patronal les tira algo,
como caído del cielo, se debe a razones políticas y también
porque no les cuesta mucho esfuerzo. Todos intuyen que si
hubo esa suma seguramente tenía que haber mucho más, pero
se lo guardaron. Para que no pasen estas cosas hay que
lograr una comisión
que sea representativa de los trabajadores y pelee para que
el bono se cobre todos los años, sin depositar ninguna
confianza en la actual dirección, ni en la empresa. Hay que
incluir a los contratados para que cobren la totalidad del
bono al igual que a los despedidos que han sido
invisibilizados, convenientemente para el negocio de algunos
del directorio de Bridgestone. Pero para alcanzar esto no
podemos dejarlo en manos de Pedro. Por medio de asambleas
hay que imponérselo y alcanzar una comisión
representativa, que se ponga a la cabeza, para obtener lo
que sistemáticamente nos han negado estos años a todos los
trabajadores de Bridgstone. No
hay que dejarse conformar y hay que hacerles saber que los
trabajadores del neumático ya no están para comerse ningún
buzón más. Que la estafa que han venido haciendo se la
van a cobrar con la caída de Wasiejko y la Violeta.
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