El
pasado martes 10 de mayo una delegación de la dirección
nacional de nuestro partido se reunió en tribunales con el
ministro de la Corte Raúl Zaffaroni. El motivo de la reunión
fue hacer llegar nuestras preocupaciones acerca del recurso
extraordinario presentado por la legalidad nacional de
nuestra organización.
En el marco de una reunión respetuosa, le hicimos
recordar al ministro acerca del estado de la apelación por
la legalidad nacional partidaria que aguarda la resolución
de la Corte. En el intercambio de ideas señalamos que la
ley electoral K –votada entre gallos y medianoche a
finales del año 2009– es ampliamente cuestionada en su
legitimidad. No se trata solamente del hecho cierto de que
diversas organizaciones políticas hemos realizado
apelaciones –y, en nuestro caso, una campaña política
militante– alrededor de la ilegitimidad de la misma,
sino que incluso los principales jueces electorales del país
como Servini de Cubría en Capital Federal y el juez Blanco
en provincia de Buenos Aires han hecho lo propio.
El propio secretario de
Zaffaroni –presente en la
entrevista– reconoció que había varios partidos
reconocidos de la izquierda en una situación “muy difícil”
en lo que hace a su legalidad nacional, lo que era un hecho
“cuestionable”.
Por nuestra parte, le recordamos que la actual legislación
electoral es la más proscriptiva desde el año 1983, que
sanciona un sistema de partidos no basados en la voluntad
libremente elegida de pertenecer a una organización política
sino en la relación con el aparato de Estado y un
escandaloso manejo clientelar de los afiliados.
Le señalamos también que la dinámica de los “pisos”
puestos por la nueva ley significan transformar a todas las
organizaciones en “máquinas electorales” que prácticamente
no podrían desarrollar otra actividad que la de sostener
las legalidades, cuando se supone que la vida política de
los partidos atañe a un rango de actividades mucho mayor
(ni que hablar cuando se trata de organizaciones de la
izquierda).
Así las cosas, le recordamos al ministro que en la Corte
está pendiente un fallo en respuesta a nuestro Recurso
Extraordinario, que ha sido presentado hace ya más de dos años;
que en caso de no fallar antes del cierre de los plazos para
las internas de agosto, se le podría estar cometiendo a
nuestra organización un daño irreparable al dejarnos
excluidos de participación sin que la cuestión de fondo de
nuestro reclamo haya sido respondida.
La entrevista resultó muy interesante, porque si bien el
juez Zaffaroni no se expidió sobre las cuestiones de fondo
que están en debate –la ilegimitad de la nueva ley–, es
evidente que en muchos estamentos de la mismísima
“justicia” no se encuentran argumentos para ocultar los
elementos grotescamente antidemocráticos y proscriptivos de
la nueva ley (elementos que vergonzosamente sectores de la
misma izquierda han preferido ocultar).
Por nuestra parte, utilizaremos la tribuna de la
presentación del nuevo MAS en la Capital Federal para
seguir dando la pelea contra la ley proscriptiva, así como
reforzaremos nuestro empeño por la legalidad nacional en
provincia de Buenos Aires, Neuquén, Córdoba y otras
provincias, así como todo lo que podamos hacer para obtener
un fallo favorable de la Corte Suprema de Justicia para la
legalidad nacional partidaria, que permita presentarnos con
candidato presidencial en las elecciones de este año ante
la vergonzosa exclusión y división que hemos sufrido por
parte del acuerdo PO-PTS.