El
18 de mayo, con motivo del Día Internacional de Lucha
contra la homo-lesbo-trans-fobia, desde ArteInsurrección,
junto con Las Rojas, realizamos una charla debate en la sede
de Artes Dramáticas del IUNA.
El
eje político de la charla fue "el derecho a decidir
sobre nuestra sexualidad y nuestro propio cuerpo" desde
la mirada de la lucha de las mujeres y las minorías
sexuales. La actividad contó con la presencia como
panelistas de Maiamar Abrodos, actriz y docente del IUNA,
que viene llevando una valiente lucha para que el Estado
reconozca su identidad de género y su derecho a la operación
de reasignación de sexo. Manuela Castañeira, compañera de
la agrupación de mujeres socialistas Las Rojas, y César
Rojas, un compañero de Arteinsurrección y de la agrupación
de minorías sexuales Carne Clasista.
La
actividad contó con la presencia de muchas compañeras y
compañeros interesados en el tema, que vinieron espontáneamente
a raíz de la convocatoria e intervinieron y participaron
generando un clima cálido de debate y reflexión. El éxito
de la convocatoria y las genuinas inquietudes despertadas
demostraron que fue un acierto traer estos debates a los
estudiantes del IUNA. Queda planteado entonces profundizar
este camino acercando todas las discusiones que cruzan al
movimiento de mujeres y las minorías sexuales. A continuación
transcribimos el volante de la convocatoria a la charla:
"A
pesar que desde su creación tanto el movimiento feminista
como el movimiento de gays, lesbianas, trans y bisexuales
(GLTB) ha avanzado en la conquista de sus derechos, es
verdad también que la opresión y represión que la
sociedad patriarcal y capitalista descarga sobre las mujeres
y las personas de la diversidad sexual, continúa. Así por
ejemplo, en la mayoría de los países las mujeres no han
conquistado el derecho al aborto libre y gratuito como parte
del derecho a decidir sobre el propio cuerpo, el ejercicio
libre de su sexualidad y el derecho a decidir cuándo y cómo
quedar embarazadas sin injerencias del Estado ni los
mandatos sociales.
Al
mismo tiempo las minorías sexuales siguen sufriendo
discriminación y represión por parte de la sociedad, la
policía o las fuerzas de seguridad del Estado, a punto tal
que aún en más de 70 países la homosexualidad sigue
siendo un delito que puede llevar a la cárcel con cadena
perpetua o hasta la pena de muerte en algunos casos. Sin ir
más lejos, la semana pasada el Parlamento de Uganda estuvo
a punto de votar una reaccionaria ley homofóbica que incluía
la pena de muerte. La presión internacional logró
finalmente que se pusiera freno a la ley. Pero esta opresión
contra las minorías sexuales en distintos grados también
sucede en Argentina, donde sigue habiendo violencia,
discriminación y hasta asesinatos a causa de la orientación
sexual y la identidad de género.
Hace
pocos días tuvimos que lamentar que Carlos Agüero, un
adolescente de 17 de un pueblo de La Rioja, se quitara la
vida ante la situación de encierro y discriminación que
sufría en su entorno y en su escuela secundaria por ser
gay. Y esto sucede aunque paradójicamente se haya
conseguido el matrimonio igualitario para personas del mismo
sexo. Y es que la adquisición de una legislación no
implica que automáticamente la sociedad cambie, si no se
remueven los fundamentos de esta opresión a través de un
proceso social de transformación y de un movimiento que lo
encarne.
Esta
"fobia" hacia la diversidad sexo-genérica se
manifiesta como aversión, odio, discriminación y distintas
formas de violencia llegando hasta los crímenes de odio por
orientación sexual, como fue el caso reciente de Natalia
Gaitán, la joven cordobesa asesinada por ser lesbiana. La
homo-lesbo-transfobia es parte de la opresión que la
sociedad patriarcal y capitalista ejerce sobre las minorías
sexuales y las mujeres.
Pero
esta opresión no se debe a ningún "destino"
escrito, ni sólo a la persistencia de prejuicios antiguos o
a la ignorancia, sino que responde a intereses materiales
muy concretos que hacen a sostener la sociedad basada en la
explotación de una clase sobre otra y de un género sobre
otro.
Sociedad para la cual es imprescindible un tipo de
familia: la familia patriarcal y monogámica, al tiempo que
se impone una sexualidad con fines reproductivos y basada en
la heteronormatividad compulsiva. Para estos fines los
capitalistas y sus gobiernos cuentan con un incondicional
aliado: la Iglesia y toda la jerarquía eclesiástica
mantenida por el Estado, que funciona como el "gendarme
de las almas", culpabilizando y generando temor sobre
la sexualidad, y estigmatizando a la diversidad sexual para
quebrar subjetivamente a las personas.
Pero a lo largo de la
historia estos presupuestos han sido cuestionados una y otra
vez en la medida que las minorías sexuales y la mujeres se
han organizado para luchar y transformar la realidad que
pretenden presentar como inmutable. Así por ejemplo, entre
otras batallas, hace más de 20 años el movimiento LGBT en
lucha consiguió que finalmente la Organización Mundial de
la Salud retirara de la lista de enfermedades mentales a la
homosexualidad y a todas las orientaciones sexuales e
identidades de género distintas de las heterosexuales.
Es
por eso que desde ese día se conmemora el 17 mayo como
Jornada de Lucha contra la homo-lesbo-transfobia. Desde
ArteInsurrección, como artistas en lucha
comprometidos en participar en todos los debates y
problemáticas más importantes de la sociedad, queremos
hacer nuestro aporte a esta causa apostando a la construcción
de un movimiento de lucha que levante las banderas del fin
de la opresión sexual y de género, un movimiento que a su
vez vaya construyendo alianzas con otros sectores de
explotados y oprimidos.