La lucha de INVICO
sigue de pie
“Llegamos
hasta acá por estar en
lucha,
por la unión que tenemos”
Entrevistamos a un compañero
tercerizado de INVICO en lucha por el pase a planta
permanente y por las demandas salariales de los efectivos.
SoB: ¿Cómo comenzó el
conflicto?
Compañero de INVICO: El conflicto comenzó cuando los compañeros que
estamos trabajando en negro, veíamos que nuestros sueldos
no aumentaban, no nos permitían a acceder a premios, y los
aguinaldos y aumentos que había en la Provincia no nos
tocaban.
Hace un año y medio
cuando asume la nueva la nueva intervención y el nuevo
gobierno, nos quitan $ 500 del sueldo y no nos dieron un
premio que nos daban a fin de año, con la excusa que les
demos unos meses para ordenar las cuentas. Hicieron una
reestructuración total, nos desarmaron.
SoB:
¿Cómo empezaron a
organizarse?
C.:
Fue muy orgánico, nos juntamos y hablamos de los problemas que estábamos
teniendo y hubo gente que nos costó muchísimo unir.
Para el conflicto de ahora, que hace un mes y medio estamos llevando
adelante, la
organización fue toda muy de pasillo. Empezamos a organizar
encuentros entre 10 ó 15 compañeros, nos reconocimos la
idea y así fue el comienzo de este movimiento. Lo bueno es que la gente que nos juntamos ya
conocíamos quienes nos
traicionaron una vez. Y lentamente,
muy lentamente, después fue convencer a cada
oficina, a cada compañero. Yo tuve que hablar a compañeros
de mi misma situación. Empezamos a tener de a poco, hace un
año y medio, el reconocimiento de ATE de que estamos en
negro.
El click fue en un último aumento, que no nos tocaba a nosotros por
estar en negro, y entonces nos movilizamos, salimos de abajo
naturalmente así como en los cacerolazos. Bajamos y nos
pusimos a hablar (en asamblea junto a los de planta), que no
podía ser que sigamos así. Ahí estaba Juan Arnedo, y se
le planteó que queríamos salir y salimos. Esto fue
un cambio de tres años, y no fue que se dio de un día para
el otro.
Y la bronca comenzó a crecer, y creció, creció, y también los compañeros
de planta que tenían dudas se empezaron a dar cuenta que
había una injusticia. El sueldo nuestro quedó totalmente
estancado, no participamos todavía de premios.
SoB:
¿Participaban
de las asambleas?
C.:
Yo nunca participé de una asamblea hasta antes de esa primera
movilización, porque mis propios compañeros me decían:
por qué ibas a participar de una asamblea si cuando vayas a
una asamblea vas a escuchar canalladas, de que los
factureros (tercerizados) no trabajan, que están para
cobrar un sueldo y nada más, están para nada, no tienen
una función.
SoB:
¿Esta división se fue
superando?
C.:
Los compañeros de planta nos pidieron disculpas en las reuniones,
diciendo que se equivocaron, que no veían compañeros, veían
alguien que vivía
del Estado de arriba.
SoB:
¿Ahora los tercerizados y
los de planta realizan asambleas en conjunto?
C.:
En este momento sí, en las asambleas que se convocan llegamos a un
nivel de igualdad en que las decisiones que se toman en
asamblea, ya que abarcan también al personal en negro. Con
los delegados de ATE nosotros vamos juntos,
nuestros pedidos se plegaron a los de ellos. Las
posturas se fueron unificando tomando las decisiones en
asamblea, y se llegó a tal cambio que ya trabajamos de
igual a igual.
El personal de planta permamente toma decisiones del personal
tercerizado y los tercerizados toman decisiones del personal
de planta. El personal tercerizado dice: “apoyamos eso,
nos parece correcto, porque en el futuro sostenemos que
vamos a ser personal de planta permanente”. Entonces temas
como la recategorización salarial, que
las sumas en negro se pasen
en blanco, es algo que nos compete a futuro. Y en las
medidas se ve la unidad, por ejemplo, el quite de colaboración
que son las medidas que estamos tomando ahora, son
sostenidas por los compañeros, la jefa de departamento a
esta altura respeta nuestra postura. Esto para nosotros es
otro nivel de reconocimiento que no teníamos al principio.
SoB:
¿Cómo actúa la conducción
de ATE?
C.:
La conducción de ATE están de agregados culturales, nos dan prensa
por el reclamo, nos prestan el sonido,
pero gente no llevan. Lo que logramos es que nos
metan en el discurso, nos dan una salida mediática. Los
delegados sí se mueven saliendo a la calle, entonces para
nosotros son más importantes los delegados. Y cuando hablo
de ATE, para mí son los delegados de INVICO, porque los
otros tienen un papel muy alejado de nosotros, la retórica
que usan da fuerza pero no más que eso.
SoB:
¿Qué avances, qué logros
se fueron logrando?
C.:
Uno de los logros fue el diálogo, de pasar por ese interventor
autista, que nos hayan abierto la puerta y recibido es muy
importante. Ojo, muchos compañeros consideramos
que no solamente con el diálogo vamos a lograr algo.
Llegamos hasta acá por estar en lucha,
por la unión que tenemos.
Empezó a haber un pequeño cambio a nivel de los compañeros de
trabajo. Hasta que llegó un momento en que los mismos compañeros
que hasta dos tres años nos rechazaban, que decían que éramos
factureros, que no merecíamos tener un pase a planta, un
aguinaldo, o directamente no nos consideraban trabajadores,
nos comenzaron a decir compañero.
SoB: El unificar el discurso,
sentirnos y tener un compañero a lado para mi es lo
más grande.
C.:
Hay una tendencia del gobierno provincial, de achicar programas de
ayuda mutua, de tercerizar a las empresas
y que nosotros trabajemos como un empresa contratista
que planifica y le da trabajo a las otras empresas y no es
casualidad que el gobierno esté alineado con la cámara de
la construcción. No solamente los que están en negro sino
también los que están en blanco. La idea era sentirnos
hacernos sobrar, achicar INVICO a la mínima expresión, y
que deje de funcionar.
SoB:
¿Cuáles son sus reclamos?
C.: Lo otro que pedíamos es que los trabajadores en negro pasen a
planta permanente directamente,
primero pensábamos que éramos 100, después que hicimos el
padrón éramos 190.
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