En Febrero de este año, sorpresivamente el gobierno K
disolvió la ONCCA, el organismo que distribuía hasta
entonces los subsidios al sector agroalimentario.
Creada bajo el menemato como un organismo burocrático
mas, bajo el kirchnerismo
a partir del 2007 se transformó en un sitio clave a
través de dos canales: la distribución de subsidios y el
otorgamiento de permisos de exportación.
Otorgó más de once mil millones de pesos en subsidios,
concentrados en la industria láctea, los molinos trigueros,
las aceiteras, las avícolas y los corrales [1] con los
cuales Moreno “defendía la mesa de los argentinos”: en
realidad, al abaratar el costo de los alimentos, abarata los
salarios, favoreciendo al conjunto de la patronal.
Pero el nuevo organismo que vino en reemplazo del ONCCA no
funciona, cortó el chorro, y lo más probable es que llegue
el fin de la “fiesta”.
Así fueron acumulando particularmente una importante
deuda ($ 2.000 millones según la patronal) con los molinos
harineros, que cobraban el subsidio por vender más barata
la harina 000, con la que se hace el pan.
Esta circunstancia provocó que Moreno negociara con
cuatro grandes (entre los que se encontraba Cargill) para
mantener el suministro y Barbeito de la UOMA saliera a
gestionar el pago de los subsidios al “empresariado
nacional” para “mantener las fuentes de trabajo”. [2]
Mientras tanto la patronal empezaba con las suspensiones en
el interior, sobre todo en Córdoba y Santa Fe, y allí las
“gestiones” de la UOMA brillaron por su ausencia.
Se alimenta el conflicto y las asambleas
Sin embargo, donde no ha habido suspensiones, el retraso
salarial provocado por la inflación, también alimenta el
conflicto.
Esa es la situación de la seccional Chacabuco con sus
tres molinos (Cargill, Molino Chacabuco y Basile). Allí la
burocracia, siguiendo la línea de Barbeito, impulsó
acciones contra Cargill [3] (que a esa altura estaba
rompiendo las negociaciones con Moreno) “por ser una
multinacional” llamando a una asamblea general en la
puerta de la fábrica y posteriormente la instalación de
una carpa, que debía ir rotando entre los tres molinos para
no dividir el conflicto, según resolución de una numerosa
asamblea que la burocracia no esperaba.
El
discurso antiimperialista de Raffo, el
dirigente de Chacabuco,
duró hasta el 14/5 en que Cargill ofreció $ 1.500
si le pagaban las compensaciones y $ 1.500 más si el
gobierno le cancelaba toda
la deuda. Allí no sólo levantó la carpa sino que
se negó a cumplir el mandato de asamblea, de rotar
la carpa y
con el cuento de las negociaciones y atemorizando, logra
posponer la instalación
de la carpa en los otros molinos.
Ante la falta de respuesta de Molino Chacabuco, se vota
una nueva asamblea general
en la puerta de la fábrica para el 26/5. Nuevamente
la burocracia decide no respetar el mandato y la suspende,
alegando una desgracia familiar del dueño. Ya quedaba en
evidencia que a lo único que apostaban era llegar al 1° de
junio, fecha de inicio de la paritaria nacional, sin
presiones o medidas de fuerza.
La bronca de la base de Molino Chacabuco lleva a pedir una
asamblea en el sindicato el viernes 27, que es denegada,
pese a lo cual más de 30 compañeros irrumpen en la reunión
de la Directiva originándose un fuerte cruce de insultos y
amago de trompadas. Raffo, concejal de Nuevo Encuentro y
candidato a Intendente, intenta descalificar a la CI de
Molino Chacabuco planteando que “hace política”, como
si él no la hiciera mientras es concejal, y también
mientras es dirigente sindical, cuidando los intereses económicos
de la patronal y resolviendo todo sin consultar a nadie. ¿O
alguna vez llevó mandato de la base a algún Congreso?
Para estos personajes, política pueden hacer los
dirigentes, los trabajadores no.
Ellos sí pueden hacer discursos sobre el “proyecto económico
basado en el empresariado nacional”, “la armonía entre
capital y trabajo” y
actuar en consecuencia: no le pidamos mucho aumento a la
patronal porque
si no “se complica el modelo”.
En consecuencia, en 2005 movilizaron a Plaza de Mayo
apoyando el reclamo de la patronal de bajar el IVA, con un
paro por tiempo indeterminado que duró un día.
Ahora hacen gestiones “en las más altas esferas” para
que la patronal cobre los subsidios.
Pero cuando los delegados plantean que defienden los intereses de
los compañeros, que no tienen ninguna armonía con la
patronal que no afloja un mango, ni con apoyar
“que no haya aumentos excesivos de salario”,
“hacen política” algo que “no se debe hacer
porque divide”.
En realidad, lo que divide es qué intereses defiende cada
uno. La burocracia defendiendo los intereses de la patronal,
cagándose en las asambleas. Y los delegados que son
independientes de la patronal, defendiendo los intereses de
los trabajadores, impulsando
y respetando las decisiones de la asamblea.
Tanto desprecio le tienen a la base
movilizada que consideraron un capricho la resolución de la
asamblea de Molino Chacabuco de que ya que estaban haciendo
gestiones en el ámbito nacional, también se hicieran
en el ámbito local
para así poder cobrar una suma extraordinaria antes
de las paritarias.
Al iniciarse la paritaria se cerró este capítulo. La
patronal está desabasteciendo el mercado de harina 000 pan,
para forzar que sigan los subsidios. Si éstos se eliminan
no van a dejar de ganar, sólo que acostumbrados a esta
ganancia extraordinaria, la van a querer mantener ajustando
a los trabajadores. Si sigue la indefinición, dilatarán la
paritaria en el tiempo, se pondrán duros y darán el menor
aumento en la mayor cantidad de cuotas.
Luchar por salario desbordando a la burocracia sindical
El desafío para los trabajadores molineros para luchar
por el salario es superar la barrera de contención que
impone la burocracia, resolviendo todo en asamblea. La
patronal ganaba antes de los subsidios, y el salario no debe
depender de ellos. Si realmente quieren defender las fuentes
de trabajo, los molinos más chicos, que se acostumbraron al
dulce y sin el subsidio
amenazan con cerrar, deberían ser nacionalizados.
Si la patronal argumenta que no les dan los números, que
abran su contabilidad y que lo demuestren. Y que demuestren
también qué hicieron con las ganancias que acumularon en
la última década, en la que duplicaron la producción.
Si Cargill rompe la cámara patronal porque está en
desacuerdo con cobrar sólo el 30% de lo adeudado, eso no es
excusa para dilatar la paritaria. Los negocios y disputas de
la patronal con Moreno son de ellos, no de los trabajadores.
La independencia política de los trabajadores, sin
prestarse a maniobras ni del gobierno ni de la patronal, es
la mejor guía para luchar por el salario.
Notas:
1. La curva del desarrollo capitalista
http://valoryplusvalia.blogspot.com/2011/02/la-disolucion-de-la-oncca.html
2. www.lapoliticaonline.com 07/05/2011
Que negocien con cuatro molinos grandes no significa
nada porque éstos se dedican principalmente a exportar y no
abastecen al mercado interno; de hecho, son 150 molinos que
sí se dedican al mercado interno y con ellos no se negoció
nada (Barbeito)
3. Ieco 03/06/2011
http://www.ieco.clarin.com