Un nuevo intento
de avanzada K
El viernes 3/6, mientras se
estaba realizando la actividad de inauguración de la Radio
del CEFyL, la Facultad fue desalojada por la gestión ante
una nueva “amenaza de bomba”. Los militantes de La Cámpora-FUP,
en vez de abandonar el edificio, aprovecharon que se vaciaba
de estudiantes para pintar en ese lapso un mural con las caras de Néstor y Cristina Kirchner,
acompañados por banderas de los 30 mil desaparecidos. Este
mural lo pintaron en pleno patio de la Facultad, sin haber
consultado previamente a ninguno de los organismos del
Centro de Estudiantes (ni a la asamblea, ni a comisiones de
base, ni a la comisión directiva), a diferencia de todos
los otros murales existentes, que sí habían sido
discutidos y votados.
Esta acción debe
entenderse en su contexto político: un año electoral, en
el que toda la discusión pasó a girar naturalmente en
torno al balance del gobierno K. Esto ya se venía viendo
desde las tomas de 2010, que objetivamente enfrentaban al
gobierno y por lo tanto plantearon la discusión de su
responsabilidad en el des-financiamiento de la educación
publica. Discusión que cruzó varias asambleas, y en la que
los kirchneristas fueron ampliamente derrotados. El triunfo
reivindicativo de las tomas de Filo y Sociales afianzó esa
derrota política del oficialismo, que se jugaba al fracaso
de las tomas.
Desde ese momento, tanto
las agrupaciones K como el decano oficialista Trinchero
vienen intentando recuperar el control de la Facultad. La
primera ofensiva había sido el reforzamiento de la patota
de “guardavidas” (ver SoB nº 200) para ejercer el control físico sobre las actividades que
realizamos los estudiantes. Pero a esto se le sumó ahora la
batalla política, por el control simbólico e ideológico
de la Facultad. En este contexto, la comisión anti-represiva
del CEFyL cobró una especial relevancia y comenzó a jugar
un rol destacado en el agrupamiento del activismo combativo,
por ser la que responde a la coyuntura política más
general y la que enfrenta más directamente al Estado.
El activismo de
Filo responde a la provocación
El jueves 9/6 se realizó
una asamblea general del CEFyL, donde la discusión central
giró en torno a qué hacer con el mural K. Previamente, el
FUP había intentado evitar toda discusión planteando en la
comisión directiva que “la asamblea no tiene derecho a
decidir sobre la expresión de las minorías”… justo
antes de sostener que las comisiones de base “no tienen
ninguna representatividad”, intentar callar a un compañero
de la anti-represiva y luego amenazar con “romperle la
cabeza”.
Las agrupaciones K, fieles
a su política de rechazar cualquier tipo de democracia de
base, boicotearon la asamblea, no participando de ella e
intentando romperla (mediante provocaciones y no dejando
escuchar a los oradores). No lo consiguieron: la asamblea
siguió adelante y se discutió centralmente entre dos
posturas.
Desde ¡Ya Basta!
planteamos, junto a la anti-represiva y otras corrientes y
compañeros de izquierda, que el mural era una provocación
al movimiento estudiantil y que debía ser intervenido. Por
otro lado, La Juntada (conducción del CEFyL) denunciaba al
mural por ser “partidario” pero no a su contenido político,
y proponía dejarlo tal como estaba, haciendo otro mural
“al lado”. Como siempre, el chavismo tibio y ambiguo de
la conducción (que en la política nacional roza el
kirchnerismo crítico) se negó a enfrentar a los K y
pretendía seguir cediéndole terreno político…
Se impuso finalmente
nuestra moción de intervenir el mural. La asamblea denunció
no solamente la forma inconsulta y anti-democrática con la
que se realizó, sino también su contenido político, que
contradice los posicionamientos de todas las asambleas desde
que el kirchnerismo está en el gobierno (y en especial las
de la toma, donde más de mil personas votaron que los K
eran responsables de desfinanciar la educación pública).
El repudio se centró
especialmente en el aspecto represivo del régimen: durante
estos 8 años, fueron asesinados en protestas populares
Mariano Ferreyra y Carlos Fuentealba, los originarios Qom de
Formosa y los sin techo del Parque Indoamericano, fue
desaparecido por razones políticas Julio López y fueron
encarcelados varios luchadores populares, a lo que se le
suman cientos de casos de gatillo fácil y la desaparición
de Luciano Arruga a manos de las mafias policiales. La
propia agrupación que pintó el mural, La Cámpora
(supuesta heredera de la “juventud maravillosa” de los
70) fue responsable del desalojo a los Qom del acampe de
Avenida de Mayo y de irrumpir y ocupar el sindicato docente
en Santa Cruz para intentar quebrar su lucha. A todo esto
hay que sumarle también la proscripción a la izquierda
(reforma política mediante) que lleva adelante el
kirchnerismo y la represión, con policía o con patotas, a
las diferentes luchas obreras independientes que protagonizó
la nueva generación de trabajadores en la última década.
Desde ¡Ya Basta!, nos
pusimos al frente de la campaña de la comisión anti-represiva
junto a otros activistas, pasando por los cursos y
volanteando masivamente la invitación a la actividad. Por
el contrario, La Juntada, tras perder en la asamblea, no
movió un dedo para difundir la actividad, negándose a
sumarse a las pasadas. Su principal preocupación consistió
en delimitarse de lo votado y de la comisión anti-represiva,
en vez de defender al organismo gremial que ellos conducen y
a sus órganos de base. Los kirchneristas, por su parte, no
contentos con intentar romper la asamblea, comenzaron una
campaña pasando por los cursos llamando a “defender el
mural”, contra lo que había sido votado, generando una
situación de tensión en toda la Facultad. Finalmente
realizaron su propio acto, en el que cantaban cosas como
“la Facultad es de Perón”, desmintiendo a sus propios
seguidores que creían que se trataba solamente de ejercer
el “derecho a expresión de una minoría”…
La provocación
kirchnerista es derrotada
La intervención del mural
se llevó a cabo el viernes 17/6, con la presencia de
cientos de estudiantes
que se acercaron producto de una intensa campaña y de la
confrontación de posiciones políticas con el kirchnerismo
a lo largo de la semana.
En el mural de los
estudiantes, que tiene más de 5 metros de alto, y llevó
casi toda una jornada terminarlo, quedaron plasmadas las
caras de Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, Julio López y
Luciano Arruga. Cabe destacar que la intervención del mural
implicó dejar las caras de Néstor y Cristina, pero esta
vez para marcar la responsabilidad política que tienen por
los asesinatos a luchadores, los desaparecidos en
democracia, las víctimas del gatillo fácil y los presos
políticos. Es una impactante imagen, que transformó el
bastón presidencial que Néstor le pasa a Cristina en 2007
en una cachiporra, simbolizando su rol de gendarme de las
ganancias capitalistas. Y es que es eso lo que los
luchadores estudiantiles y populares vemos.
¡Al pintar las caras de
los caídos por la represión durante el gobierno K,
denunciando que ésta todavía continúa, una vez más, la
asamblea y las comisiones de base derrotamos el intento del
kirchnerismo de copar la Facultad!
¡Sigamos fortaleciendo la
independencia política del CEFyL y la soberanía de la
asamblea!